E. Hemingway.
Wednesday, 24 December 2014
Monday, 22 December 2014
Blankets
Con un cocuyo en la mano
y un gran tabaco en la boca,
un indio desde una roca
contempla el cielo cubano.
La noche, el monte y el llano
con su negro manto viste,
del viento al ligero embiste
tiemblan del monte las brumas
y susurran las yagrumas
mientras él suspira triste.
Mi papá solía declamar esos versos de El Cucalambé. Recuerdo que no solía pasar de la segunda estrofa y es comprensible, porque es un poema largo y enrevesado como un instestino, pero tampoco importaba. Lo mejor de escuchárselo era que la mención de Hatuey soltaba a mi abuela en historias de mambises sobre la Luz de Yara, un resplandor verdoso que vaga por los campos de la región, saliendo al paso de los viajeros.
Según ella, la luminiscencia no era, ni mucho menos, fosforecencia emanando de los huesos de los muchos animales enterrados en esos potreros durante cinco siglos, e incluso de los restos de los mambises muertos en combate, como afirmaba mi padre, pragmático y burlón, sino el alma en pena de Yara, la amante de Hatuey, que se abrazó a él justo antes de que la pira ardiera. De su cuerpo en llamas, contaba mi abuela, salió la luz verde, melancólica y persistente, que aún asusta a los pobres yarenses.
Desde entonces, siempre que paso por Yara durante la noche espío el horizonte, con la esperanza de ver a la pobre india enamorada.
No sé si alguna vez mi familia sabrá lo mucho que agradezco haber crecido escuchando leyendas como ésta. Sé que afuera es Navidad y yo estoy muy lejos, pero para cada amanecer helado tengo una historia que tejerle a mi manta, y cuando llega la noche ya no tengo frío.
Saturday, 20 December 2014
Lagrimillas
Thursday, 18 December 2014
En los dientes, la mañana, y la noche en el pellejo
All I want for Christmas...
Wednesday, 17 December 2014
Papá, oye
Ekua, papá, ekua.
Update: ahora mismo, en Miami, han de sobrar los que almuercen su propio hígado; mientras, en la islita y fuera de ella, otros celebramos al mulatísimo y a su luz larga. ¡Enhorabuena, carajo!
Otravida, otravez
Y hay un momento, tan temprano en la mañana que ni siquiera los cuervos han despertado a derechas, en que tienes en la boca el sabor abrasante del café de la sierra, y pegada a la piel la seda del kimono, y en el oído el ronroneo del radio y en la esquina de los ojos las estrellas de adviento en las ventanas del vecindario, suaves y blancas, y entre las piernas un gato cincuentón, y en las manos un puñado de historias cortas que te acarician las neuronas con el cinto, y piensas que momentos así tendrían que poder comprarse en el kiosko de la esquina, junto con un piropo del polaco y el diario de este día, hace cien años, pero no hace falta porque es gratis, completamente gratis, como un pinchazo o un grano o la luna, y es entonces que sonríes.
Tuesday, 16 December 2014
Nailed across the door of the bedrooms of my dreams
Well the day begins
You don't want to live
'Cause you can't believe
In the one you're with
'Cause you know her tricks
And you know her past
When she makes a face
You just have to laugh
And you feel like such a know-it-all
When you only want just a tiny girl
And you hope she'll sing.
So you turn around
Toward the tiny girls
Who have got no tricks
Who have got no past
Yea that's what you think
And you hope she'll sing...
La Remington vuela y canta, como una navaja contra una barba de acero. En sueños, hoy, te perseguirá el teclear: es el precio de besar a un hada.
Sunday, 14 December 2014
La razón que no vale
Estas son las noticias, y esto es el mundo, Mora. Ahora dime: a aquellos domingos de ignorancia dorada, de padrinos y arroz con pollo, de comedia silente y balances en el portal, de nardos y galán de noche, ¿por dónde se regresa?
Friday, 12 December 2014
Ven, misumisu...
Thursday, 11 December 2014
Hemingbird
Lee y sabe que el escritor ha hecho un viaje de muchas horas, con sus pantalones kaki y su camisa de mangas cortas, y que ha hecho un turismo oficial e inofensivo entre mulatas y tiburones, y que ha regresado ahíto de daiquiríes desangelados, con la naríz enrojecida por el sol negrero del trópicoy listo como nunca antes para crear, y que esa es la génesis de estas mujeres que no parecen putas pero lo son, aunque les falte edad y desgarro y canallada y literatura, y de estos bohemios cincuentones que beben tragos dulces en algún bar de Bergen, convencidos de ser personajes.
Y termina el libro, y anuncia que "qué mierda, por Dios..." y lo cierra, satisfecha de sí misma, triunfante casi, como el tipo que regresa a sus casa y agita frente a su mujer el diagnóstico fatal: "¿Ves? ¡Te dije que me estaba muriendo!"
Wednesday, 10 December 2014
Maguer que yo sea asaz de sufrido
back-pages of the free press.
This song suggests to the suggestible listener that the ordinary procedure that I am circumlocuting at this present time in order to get this text on television, is that if you wanna do something other than what you thought you were gonna do when you first took your clothes off and you just happened to have some devices around, then it's, it's not only okay to get into the
paraphernalia of it all but...hey!
Frank Zappa
Hay galimatías y galimatías, y esta es una de esas para coserlas en un bies del refajo, ese que sobresale cuando cruzas la pierna.
Tuesday, 9 December 2014
Nubes y engendros
Monday, 8 December 2014
Right out of my hand
Saturday, 6 December 2014
Sábado aún
"Qué pena", le digo. "Si el mundo anduviera al derecho tu paraguas sería un rifle, y ella estaría suelta. ¿Cómo crees que te iría?"
Él me mira con gesto huraño pero no responde. Se aleja unos pasos, hacia donde lo espera una muchacha de piernas muy flacas que lleva un bebé en sus brazos.
"Esa parece yuma, pero no es yuma ná...", le dice él, y ella me mira de soslayo. Yo miro a la leona. La leona mira al mar.
Cuba, Julio de 2013
Tuesday, 2 December 2014
Tóxico
Mi plan ha estado congelado pero ahora vibra, está vivo, a punto de estallar. No, no intentes disuadirme. Tengo una revolución en mi bolsa, si sólo logro arreglar un par de detalles.
Friday, 28 November 2014
November rain
Tuesday, 25 November 2014
des Grauens
Me llega el halo amoniacal de sus axilas antes que su voz y su mano pálida alargándose para estrechar la mía. Maldigo una vez más la circunstancia del agua por todas partes, el platanal con sus nocturnos roces y los feriados que alejan de mi al alemán orate cuando más lo necesito, y entro en el gabinete pensando en la resignación y sus anagramas.
Tecleo, tecleo, tecleo. Tecleo y murmullos, los de él por su naturaleza de sepulturero, los míos porque es para lo único que me alcanza la voz. Tecleo y una espátula. Tecleo y dos manos heladas a cada lado de mi garganta. Tecleo y un pinchazo en el dedo corazón. Tecleo y un "descúbrete, por favor", que no alude a sombrero alguno y que yo entiendo de a una, porque para algo llevo treinta y seis años en esto.
Fuera el sweater de lana. Fuera la camiseta con su risueña calavera. Fuera también la vergüenza, qué le vamos a hacer, cuando sus dedos de páramo sueltan el broche del sujetador para auscultar los pulmones y luego rozan los pechos a medio cubrir mientras escuchan el corazón. "Ya", dice, y yo alcanzo apenas a balbucear "Ah, qué bien..." y a darme la vuelta para vestirme cuando siento los dedos otra vez en la espalda, abrochando el sostén y acomodando los tirantes, y el olor a amoniaco llenándome la nariz. Luego, más tecleo.
"Así debe sentirse la amante de Nosferatus", pienso, y con esa idea en la punta de la lengua escucho el diagnóstico, recibo la recta, doy las gracias y salgo a la calle blanquigris que sonríe rutilante de luces navideñas.
Yo sonrío a mi vez, pero no vuelvo la cabeza para ver si la pálida figura me observa desde alguna torre. Por si las moscas... y los murciélagos que las devoran.
Saturday, 22 November 2014
Amagos
Cuarta estación y sólo había alcanzado a leer treinta páginas. La lentitud, habría dicho él. ¿La suya o la del tren? Ambas, habría contestado él. Bueno, al menos ella no olía a fierro oxidado. Si, claro, al menos eso. Ella olía a agua destilada, a lluvia, a pájaros. Ah, los pájaros...
***
El día anterior ella había encontrado en el balcón un gorrión con un ala lastimada. Buscó una manta y envolvió en ella el cuerpo pequeñito que casi desapareció entre los pliegues de la tela; lo puso en una cestita, alto sobre el estante para que el bandido del gato no lo descubriera.
No tenía con qué alimentarlo y salió al mercado a comprar semillas de girasol, que eran sus preferidas, porque pensó que al pajarillo también le gustarían. Le explicó a la tendera lo que pensaba hacer con ellas, y cuando la mujer le preguntó si dejaría al gorrión en libertad una vez que sanara respondió que si, que naturalmente, pero por dentro entristeció.
Cuando regresó a casa buscó la cesta y la encontró en su sitio. Estaba vacía, empero, y del gorrión sólo quedaba la marca apenas visible de su cuerpo y un tibio olor a desamparo. Desesperó, pero el gato no se dignó a responder a sus acusaciones, y en el teléfono su madre le habló con la voz calma y segura que se usa para consolar a los locos."Ya estás muy grande para platerismos"—dijo también.
***
Quinta estación, aún treinta páginas. Al menos no era un cuervo, habría dicho él. Si, claro, al menos eso.
Thursday, 20 November 2014
Not for you
Y porque, como afirmaba el señor Nietzsche, que era tan sabio que acabó en el manicomio, la paradoja es el atajo para llegar a la verdad, en un momento dado aquella rubia que se echaba al coleto cerveza tras cerveza se volvió hacia mí y me enlazó por la cintura mientras cantaba a viva voz y yo, por estar sobria como una ostra, o concentrada en mirar al Eddie, o por puro instinto, le sonreí sin mirarla y le dí la vuelta, sin perder la ternura pero con firmeza para que regresara a su posición original, como la choza de Babá Yaga. Tres canciones más tarde la vi, bailando muy apretadita con otra pájara de la noche, mientras se besaban con los ojos cerrados.
"Not for you", cantaba el Eddie cuando rechacé sus arrumacos. Lo cual es bello e instructivo.
Wednesday, 19 November 2014
De la luna en el mar
Sunday, 2 November 2014
Fieles y difuntos
Sunday, 19 October 2014
Yudas
Monday, 13 October 2014
Retrato de familia
En aquellos tiempos todavía llovía en Cuba como Dios manda, y los ciclones eran de los que ya no vienen. Durante uno de ellos se hallaba mamá Fela hincada en la cocina, que era su altar, rezando la oración para conjurar las tormentas, cuando una ráfaga de viento se llevó por los aires una de las cazuelas que colgaban en el cobertizo. La oración, a saber, quedó recompuesta de una manera singular:
Aplaca, Señor, tu ira,
tu justicia y tu rigor,
(la olla se fué a la mierda)
Sunday, 12 October 2014
Formas de regresar a casa
Saturday, 27 September 2014
Nothingman
Saturday, 20 September 2014
Creature comforts
Monday, 15 September 2014
Strange little girl
There are a hundred things she has tried to chase away the things she won't remember and that she can't even let herself think about because that's when the birds scream and the worms crawl and somewhere in her mind it's always raining a slow and endless drizzle.
You will hear that she has left the country, that there was a gift she wanted you to have, but it is lost before it reaches you. Late one night the telephone will sing, and a voice that might be hers will say something that you cannot interpret before the connection crackles and is broken.
Several years later, from a taxi, you will see someone in a doorway who looks like her, but she will be gone by the time you persuade the driver to stop. You will never see her again.
Whenever it rains you think of her.
Neil Gaiman
Saturday, 6 September 2014
Rather your legs than your heart
Thursday, 28 August 2014
Jazz me, please
Tuesday, 17 June 2014
Devil and the deep blue sea behind me
Thursday, 5 June 2014
Wednesday, 4 June 2014
De los otros demonios
Tuesday, 27 May 2014
Mr. Sandman, bring me a dream
Thursday, 22 May 2014
John, I'm only dancing
Tuesday, 13 May 2014
Un caballo llamado Tristeza
Saturday, 3 May 2014
El mar perdiendo fe
Friday, 18 April 2014
Para Gabito, ya casi
un piano triste
andares de venada
un campo de amapolas
peces de oro
un amante antropófago
gardenias ardiendo
una cruz de ceniza
una garra de gavilan pollero
una hojarasca
un rastro de sangre en la nieve
un bailongo de negros
una cabellera que no conozca cizallas
un letrero que diga esta cuca es suya.
Pero no será negra. Nos vamos de punta en blanco, Gabo, como se van los ángeles y las sábanas, con el trueno de las cuatro, en el tren amarillo que va de Macondo a la eternidad.
Thursday, 17 April 2014
Jueves Santo
La persona que llega es la persona correcta.
Lo que sucede es la única cosa que podía haber sucedido.
En cualquier momento que comience es el momento correcto.
Cuando algo termina, termina.
...y he vuelto a sentir el regocijo enorme de arrastrar este catolicismo obsoleto y contradictorio, que permite mortificarme y obsesionarme y martirizar mi carne y mi mente y reincidir y meterme por los vericuetos de la culpa y salir arrastrando jirones de arcoiris.
La vida es demasiado corta para estar tan cuerdo.
Wednesday, 26 March 2014
Tiznado
Las ojeras se le alegran cuando me ve llegar, y en menos de nada estamos las dos en el sofá, yo jugando con los dedos de sus pies y ella con mi melena, mientras le leo un libraco sobre la vida y obra de las princesas que tenía preparado. A los pocos minutos, sin embargo, interrumpe.
—Resulta que tengo un novio—, dice mirándome a los ojos con sus dos aceitunas muy abiertas. Comprendo que el asunto es serio, y la miro fijo de vuelta.
—Cuéntamelo todo ahora mismo— le digo, y ella se suelta en una llovizna primaveral salpicada de detalles sobre el chico, que se llama Andrés, va a su mismo kindergarden, es moreno, tiene una bicicleta verde y una boca que sabe a arándanos porque usa pomada, y además lleva trenzas.
—Lo de las trenzas no me acaba de convencer,— dice con una ceja enarcada.—Sólo las niñas han de llevar el pelo largo.
—En lo absoluto,—contesto muy rotunda—, los muchachos también pueden hacerlo. De hecho, cuando yo tenía tu edad me moría por los chicos con pelo largo. También más tarde, incluso.
—¿En serio?
—Totalmente.
—Y tú, ¿eres muy lista?
—Bueno, tengo mis días, sí.
—Hmm. Después de todo quizás no sea una mala idea tener un novio con pelo largo. Me pregunto dónde viviremos cuando nos casemos. Aquí no será, claro, porque en mi camita no cabe, pero quizás en casa de sus abuelos, que tienen una gran granja con animalecos. Él mismo es un poco ternero, creo.
La llegada de la madre interrumpe las confidencias, pero igual ya hemos terminado de arreglar la vida. El mundo ahora es más legible para ella y para mí, y mañana, cuando abra el kindergarden, lo será también para Andrés, el novio mugiente.
Thursday, 13 March 2014
Cuento de jueves
Una mañana andaba desyerbando el patio de Elena, blanca y naranja, hija única de los Bonson, los que desenterraron las botijas llenas de oro. Al atardecer siguiente estaba limpiando los canteros de claveles de la entrada, observado por ella desde la mecedora, y al otro día atendía los galanes de noche que crecían debajo de las ventanas enrejadas. El jueves ya no estuvo.
Por mucho tiempo no lo vimos. La carretilla terminó de aherrumbrarse y se llenó de campanillas, y las señoras buscaron otros mocetones para mantener a raya sus malas hierbas. Un buen día, sin embargo, todo el que quiso pudo observar a un Mafifa, que ahora se llamaba Francisco, limpiecito y vestido con una guayabera de monograma bordado, paseándose despacio por el pueblo y sonriéndole a la vida desde una boca donde no quedaba siquiera un diente que empañara su dicha.
Thursday, 27 February 2014
Las canicas del Señor
con la camisa rota y raspones en las rodillas,
jugando con bolas de cristal
que rebotaban alegres contra las paredes del Universo.
Jugaba y era feliz, y era verano,
y el sol ponía destellos en el cristal.
Mil planetas tintineaban en su bolsillo,
porque en el bolsillo del Señor siempre hay lugar.
Los planetas rodaban y bailaban
para alegrar su alma y su razón
Hasta que se distrajo de aquel juego
cuando una mariposa lo rozó.
¡Y es éste un día perfecto para cazar mariposas!
Lo más bello de todo cuanto había creado.
Por el suelo quedaron los planetas,
y se sientieron solos y olvidados.
Regresó luego, muy cansado, como cualquier chiquillo;
era ya tarde, y el juego terminaba.
Se arrodilló el Señor, y recogió sus bolas,
sin percatarse de que una le faltaba.
"¡El azul, el pequeñito, ése me falta!"
Buscó entre la hierba, bajo las piedras y en el mar.
"¡Con lo que brillaba al atardecer!"
Pero llegó la noche, y el planeta no apareció.
Era nuestra Tierra la que faltaba, y sobre el campo sólo quedaba la escarcha.
Nuestro Señor regresó a su casa muy mohíno,
pero no puedo asegurar que haya llorado.
Los que hemos nacido en esa Tierra
y creemos que sin ella nada existe
habremos de soñar que el Señor buscará de nuevo mañana
y que nos encontrará, alguna vez...
Texto: Erik Bye
Tuesday, 25 February 2014
Posibilidades
Prefiero los gatos.
Prefiero los robles a orillas del Warta.
Prefiero Dickens a Dostoievski.
Prefiero que me guste la gente
a amar a la humanidad.
Prefiero tener a la mano hilo y aguja.
Prefiero no afirmar
que la razón es la culpable de todo.
Prefiero las excepciones.
Prefiero salir antes.
Prefiero hablar de otra cosa con los médicos.
Prefiero las viejas ilustraciones a rayas.
Prefiero lo ridículo de escribir poemas
a lo ridículo de no escribirlos.
Prefiero en el amor los aniversarios no exactos
que se celebran todos los días.
Prefiero a los moralistas
que no me prometen nada.
Prefiero la bondad astuta que la demasiado crédula.
Prefiero la tierra vestida de civil.
Prefiero los países conquistados a los conquistadores.
Prefiero tener reservas.
Prefiero el infierno del caos al infierno del orden.
Prefiero los cuentos de Grimm a las primeras planas del periódico.
Prefiero las hojas sin flores a la flor sin hojas.
Prefiero los perros con la cola sin cortar.
Prefiero los ojos claros porque los tengo oscuros.
Prefiero los cajones.
Prefiero muchas cosas que aquí no he mencionado
a muchas otras tampoco mencionadas.
Prefiero el cero solo
al que hace cola en una cifra.
Prefiero el tiempo insectil al estelar.
Prefiero tocar madera.
Prefiero no preguntar cuánto me queda y cuándo.
Prefiero tomar en cuenta incluso la posibilidad
de que el ser tiene su razón.
Monday, 17 February 2014
Rouge
Wednesday, 12 February 2014
Eres lo que en mí para siempre.
Qué temprano te cansas, vida, de tus ángeles...
Tuesday, 11 February 2014
Ángelus
Y ha sido una suerte haber encontrado éste abrigo.
De no ser así, me cambiaría de ropa constantemente, como antes, cuando me ponía zapatos nuevos por debajo de la mesa del café para que no supieran si había llegado allí con botas o sandalias; o cuando me metía al baño y cambiaba de pantalones para que nadie me viera vestir lo mismo toda la noche; o cuando llevaba tres o cuatro blusas a las fiestas, cada una más grande que la otra, por que no vieran el aleteo de mi pecho.
¡Una gran suerte, en verdad, encontrar éste abrigo! Éste buen abrigo, que colgaba avergonzado de un gancho en aquella tienda, rebajado y estrujado y pisoteado por la prisa de los tacones y burlado por los ojos de los que van siempre a la moda. Éste abrigo bueno y mío, forrado de silencio y lleno de bolsillos en los que puedo perderme.
Monday, 10 February 2014
Golden state of love and trust
You are the hole in my head
I am the pain in your neck
You are the lump in my throat
I am the aching in your heart
We are tangled
We are stolen
We are living where things are hidden
You are something in my eye
And I am the shiver down your spine
You are on the lick of my lips
I am on the tip of your tongue
We are tangled
We are stolen
We are buried up to our necks in sand
We are luck
We are fate
We are the feeling you get in the golden state
We are love
We are hate
We are the feeling I get when you walk away….
You are the dream in my nightmare
I am that falling sensation
You are my needles and pins
I am your hangover morning
We are tangled
We are stolen
We are living where things are hidden...
Friday, 7 February 2014
Blowing in the wind
Aunque ya no crea en héroes.
Friday, 31 January 2014
Filosofía de viernes
Manolo, el loco de mi pueblo.
Wednesday, 29 January 2014
Enamórate de una chica que lee
Para Consuelina, que para eso me tiene a su disposición. :)
Enamórate de una chica que lee.
Enamórate de una chica que gasta su dinero en libros en lugar de ropa. Enamórate de una chica que tiene problemas de espacio en su closet porque tiene demasiados libros. Enamórate de una chica que tiene una lista de libros que quiere leer, y una tarjeta de préstamo en la biblioteca desde que tenía doce años.
Encuentra una chica que lee. Sabrás que lee porque siempre tendrá un libro por empezar en su bolsa. Es aquella que mira arrobada los estantes de la librería, la que suelta un grito ahogado cuando encuentra por fin el libro que estaba buscando. ¿Ves aquella muchacha tan rara, olfateando las páginas de un libro en una tienda de segunda mano? Esa es la lectora. No pueden resistirse al olor de las páginas, especialmente si son amarillas.
Es la chica que lee mientras espera en la cafetería de la esquina. Si te fijas en su taza verás que la crema se le ha cuajado, porque ya está metida de lleno en el libro. Perdida en el mundo que el autor ha construido. Siéntate. Puede que te eche una mirada de reojo, pero a la mayoría de las chicas que leen no les gusta que las interrumpan.
Pregúntale si le gusta el libro. Cómprale otra taza de café.
Cuéntale lo que en realidad piensas de Murakami. Fíjate si pudo pasar del primer capítulo de "La Hermandad del Anillo". Sabe que si te dice que comprendió el "Ulises" de Joyce es sólo por sonarte inteligente. Pregúntale si adora a Alicia, o si le gustaria ser ella.
Es fácil enamorarse de una chica que lee. Regálale libros por su cumpleaños, para Navidades y por los aniversarios. Obséquiala con Neruda, Pound, Sexton, Cummings. Déjale saber que te das cuenta de que las palabras equivalen al amor. Comprende que ella conoce la diferencia entre los libros y la realidad pero, por dios, está tratando de que su vida se parezca un poquito a su libro preferido. Nunca te culpará por ello, es sólo que tiene que probar.
Miéntele. Si comprende la sintaxis comprenderá también que necesitas mentir. Detrás de las palabras hay siempre otras cosas: motivaciones, valores, matices, diálogos. No será el fin del mundo.
Fállale. Porque una chica que lee sabe que un fallo conduce siempre al clímax. Porque una chica que lee comprende que todo termina alguna vez. Que siempre pueden escribirse segundas partes. Que puedes comenzar una y otra y otra vez, y seguir siendo el héroe. Que en la vida es necesario tener un villano, o dos.
¿Por qué habrías de sentirte intimidado por todo aquello que no eres? Una chica que lee entiende que la gente, como los personajes, se desarrolla. Excepto en las series de "Crepúsculo".
Si encuentras una chica que lee, manténla cerca. Si la ves a las dos de la madrugada, deshecha en sollozos y apretando contra su pecho un libro, prepárale una taza de té y abrázala. Puede que la pierdas por un par de horas, pero siempre regresará a ti. Y si habla de los personajes del libro como si fueran reales es porque, por un tiempo, siempre lo son.
Pídele que se case contigo a bordo de un dirigible. O durante un concierto de rock. O como por casualidad, la próxima vez que se enferme. O por Skype.
Sonreirás tanto que te preguntarás cómo es que tu corazón no ha estallado y se ha desangrado en tu pecho aún. Escribirán la historia de sus vidas, y tendrán niños con nombres extraños y gustos más extraños aún. Ella le presentará a tus hijos a Aslan, y al Gato del Sombrero, quizás el mismo día. Y durante los inviernos de la vejez caminarán juntos, y ella recitará a Keats por entre su bufanda mientras tú te sacudes la nieve de las botas.
Enamórate de una chica que lee porque te lo mereces. Mereces una chica que te dé los más bellos colores imaginables. Si sólo puedes darle a cambio monotonía y promesas a medias, es mejor que la dejes sola, pero si quieres este mundo y los otros mundos más allá, enamórate de una chica que lee.
O, mejor aún, enamórate de una chica que escribe.
You should date a girl who reads.
Date a girl who reads.
Date a girl who spends her money on books instead of clothes. She has problems with closet space because she has too many books. Date a girl who has a list of books she wants to read, who has had a library card since she was twelve.
She’s the girl reading while waiting in that coffee shop down the street. If you take a peek at her mug, the non-dairy creamer is floating on top because she’s kind of engrossed already. Lost in a world of the author’s making. Sit down. She might give you a glare, as most girls who read do not like to be interrupted. Ask her if she likes the book.
Buy her another cup of coffee.
Let her know what you really think of Murakami. See if she got through the first chapter of Fellowship. Understand that if she says she understood James Joyce’s Ulysses she’s just saying that to sound intelligent. Ask her if she loves Alice or she would like to be Alice.
It’s easy to date a girl who reads. Give her books for her birthday, for Christmas and for anniversaries. Give her the gift of words, in poetry, in song. Give her Neruda, Pound, Sexton, Cummings. Let her know that you understand that words are love. Understand that she knows the difference between books and reality but by god, she’s going to try to make her life a little like her favorite book. It will never be your fault if she does. She has to give it a shot somehow.
Lie to her. If she understands syntax, she will understand your need to lie. Behind words are other things: motivation, value, nuance, dialogue. It will not be the end of the world.
Fail her. Because a girl who reads knows that failure always leads up to the climax. Because girls who read understand that all things will come to end. That you can always write a sequel. That you can begin again and again and still be the hero. That life is meant to have a villain or two.
Why be frightened of everything that you are not? Girls who read understand that people, like characters, develop. Except in the Twilight series.
If you find a girl who reads, keep her close. When you find her up at 2 AM clutching a book to her chest and weeping, make her a cup of tea and hold her. You may lose her for a couple of hours but she will always come back to you. She’ll talk as if the characters in the book are real, because for a while, they always are.
You will propose on a hot air balloon. Or during a rock concert. Or very casually next time she’s sick. Over Skype.
You will smile so hard you will wonder why your heart hasn’t burst and bled out all over your chest yet. You will write the story of your lives, have kids with strange names and even stranger tastes. She will introduce your children to the Cat in the Hat and Aslan, maybe in the same day. You will walk the winters of your old age together and she will recite Keats under her breath while you shake the snow off your boots.
Date a girl who reads because you deserve it. You deserve a girl who can give you the most colorful life imaginable. If you can only give her monotony, and stale hours and half-baked proposals, then you’re better off alone. If you want the world and the worlds beyond it, date a girl who reads.
Or better yet, date a girl who writes.
Rosemarie Urquico
Tuesday, 28 January 2014
LIFE is life
Afuera habían Sputniks y el sol del Caribe recalentaba el rencor verde olivo, pero yo vivía arriba, como la tentación, en una casa que había parado sus relojes en algún año de los cincuenta, decidida a protegerse contra la desidia. Si alguna grieta se abrió en ese muro fue para dejar entrar la luz de canciones como esta, increíblemente de la mano y en la voz de mi abuelo, y con eso Doris y Frank podían vivir.
A otros les parecerá anormal, pero para mí era el amor, y con esa noción y un guiño de Nitza creo que puedo hacer un martes.