“But Paris was a very old city and we were young and nothing was simple there, not even poverty, nor sudden money, nor the moonlight, nor right and wrong nor the breathing of someone who lay beside you in the moonlight.”

E. Hemingway.
"París era una fiesta"


Friday 29 May 2015

Una bruja sin sentimientos

 —Hay que poner dos lápices en cruz, y escribir "si" y "no" debajo de cada esquina, y decir: "Charlie, Charlie, can we play?"
— Y, ¿quién se supone que sea Charlie?
 —Un demonio mexicano.
—Los demonios mexicanos son los viejos demonios de los aztecas, y ningún demonio azteca se llamaba Charlie.
—Un demonio más joven, entonces.
—Si fuera un demonio más joven y se llamara Charlie sería hijo de indocumentados, hablaría mal el inglés  y estaría demasiado cansado por los dos trabajos que tuvo que mantener en vida como para andar pendongueando por el mundo, respondiendo preguntas tontas.
 —Pero es cierto, ¡los lápices se mueven!
 —Los lápices se mueven porque la respiración de los que están reunidos alrededor crea una especie de turbulencia. Sobre todo el lápiz de arriba, que está en una posición inestable, se moverá con el impulso más nimio. Pero no me creas, así no más, haz la prueba; pregúntale a Charlie si sabe bailar la carioca, a ver qué pasa...

Y me mira, y mueve la cabeza, y me deja por imposible; qué culpa tengo yo del pragmatismo que los rusos echaban en las compotas de manzanas. No dice como el sabio: "¡tú lo que eres es una bruja!", pero estoy segura de que lo está pensando.


Thursday 28 May 2015

Cabronazos

Hoy he vuelto a tener la ya -gracias a Dios- casi olvidada sensación, mezcla de miedo, asco e impotencia, que provoca el que un desconocido te siga de cerca, desnudándote con la vista, ajeno a tus intentos de esquivarlo, persistiendo en su insolencia hasta que no te queda otro remedio que dejarle el lugar.

Y he recordado a dos tipejos: el uno, una especie de Gollum que vivía a la lado de la oficina de mi papá, y el otro, bigotudo y canijo, que todavía no sé qué coño hacía cada día en el parque Céspedes, justo a la hora en que yo tenía que cruzarlo de camino a la escuela; sus grocerías, sus gestos obscenos, me amargaron tantas mañanas que apenas puedo contarlas.

Y no creo en la re-encarnación, pero de ser cierto, espero que estos tres re-encarnen en sí mismos, y que yo lo haga en El Vengador de la Macana Raúda, o en Tanganica, la negrona de mi pueblo que rompía melones de un puñetazo, y que nos encontremos en algún callejón sin salida de algún vericueto del mundo.

 A ver a cómo tocamos entonces, trío de mariquitas.


Wednesday 27 May 2015

Tuesday 26 May 2015

East of East St Louis


Back in Kansas, Toto

La semana comienza con la Iglesia Bautista de Westboro, Kansas, y su airada demostración contra la ley que permite el matrimonio entre homosexuales, que acaba de ser aprobada en la Costa de Marfil, según la bandera utilizada durante el tantrum.

"El denominador común son los calderos", ha explicado Mariana. "En Irlanda los usan para almacenar el oro de los leprechauns, y en la Costa de Marfil para hervirle negros a los hombres leopardo; ese tipo de coincidencias se presta a equívocos..." 

Y tiene razón, claro. Pero además, nada hay en el mundo tan sabroso como un burro que, además de serlo, lo enseñe. 
Más de esto, padre Odín.


Sunday 24 May 2015

Pregunte por quien pregunte, dime: ¿a ti qué se te importa?

Una sabe que es domingo cuando prepara langostinos metida en la camiseta de Curco Vain con la que durmió y que no tuvo alma para quitarse aún despues del amor y de la ducha porque estaba tibiecita y él parecía triste, con la copa de tinto a medio llenar y empapapada del espíritu de Nitza, que no soporta a Jim Morrison pero en cambio ama a Lorca, mientras llueve afuera.

Friday 22 May 2015

Una de cal

"Todo se arregla, Margot: a lo único que uno no se puede meter en la vida es a pájaro, a viejo o a protestante", decía también mi abuelito, y llevaba más razón que diez filósofos de barba puntiaguda.

Soluciones:

-los huertos urbanos
-los gatos
-las canciones de Sinatra
-Hemingway
-el humor de Samuel Feijóo
-las películas de Manuel Ferrara
-las curitas para el talón

Añádasele a cualquiera de los puntos arriba mencionados cubitos de hielo, un buen chorro de añejo y una ramita de hierba buena, y compruébese el maravilloso resultado, que ha de ser, invariablemente, una vida propia y ligerita, de esas que hacen que la gente lo incluya a uno en sus oraciones al angel de la guarda. En serio, prueben y verán. 

Plagas

"La falta de marido y el tifus son los grandes azotes de la humanidad, Margot", decía siempre mi abuelo, y llevaba más razón que diez filósofos con sus pantalones a rayas. 

Recuerdo que a finales de los noventa aparecieron unos tarecos llamados Tamagotchi, que eran una especie de ordenador en miniatura dentro del cual "vivía" un bicho electrónico al que había que alimentar, bañar, vestir, arrullar y acariciar según el momento, so pena de que comenzara a pitar como un endemoniado. Y recuerdo lo horrorizada que me quedé la primera vez que los ví, y lo feliz que me sentí de no tener hijos que me sacaran los ojos para que les comprara uno de aquellos artefactos veniales; habría tenido a Tisífone sentada a mi puerta.

Ahora, viendo tamagotchies de carne y hueso, gente que llora, grita y patalea reclamando atención constante, ya no me parecen tan odiosos aquellos artefactos, que al menos tenían la decencia de ser de pilas, y estaban a un latón de basura del olvido. 

Thursday 21 May 2015

Guayatoleando en el Valhalla

Esta va para la Maga, porque esas medias horas de risas valen media docena de lunas nuevas: Cheitana, usted y yo vamos a conquistar vikinglandia a base de melenas morenas y sonrisas pícaras, y yo no puedo esperar.




Dieter Meyers Inst.

Sobre el banco, vestida sólo con una blusa que mi abuela habría aprobado con toda su alma por su primor viejo y su utilidad  -perfecta para ir a los almuerzos de la Logia. Y a misa, los domingos. Y a las entrevistas en la oficina de intereses, la próxima vez que toque ir a Uestpalmbichi- balanceo las piernas y hago un recuento de los tarecos que me rodean. Pinzas, frascos de gel, desinfectantes para las manos, guantes de goma, un bisturí nuevecito, ideal para que mi papá le saque punta a mis lápices, algodones, probetas, sábanas de nylon.

Todo es tan nuevo, tan flamante, tan limpito que no parecería que duele, y esa amabilidad engañosa hace que me revuelva sobre mi misma. Al menos allá en la Islita las cosas están claras: nadie que vea aquellos trapos verdes, aquellas jeringas de posguerra y aquellos esmaltes carcomidos puede dudar de su situación, y está bien que así sea: ¿a qué pasar por agua algo tan simple como la tortura?

En esas estoy cuando entra él, con su plato ovalado repleto de horrores que sobresalen. La pinza, sobre todo, me rompe el labio, que durante la espera había estado apenas mallugado. 

"Ahora sí", digo. "Comienza "Una hora con Mengele". 

Él salta dentro de su piel. "¡Mengele! Mengele, ja! Una amiga dice que tendría que poner un retrato suyo sobre el escritorio, así la gente sabe a qué atenerse..."

"Me parece una buena idea", he dicho, recostándome y encomendándome a las lámparas de luz fría. "Yo sé dónde puedes comprar un marco adecuado." 

Él responde con su risa hecha de susurros. Horas más tarde, gracias al vino y a los analgésicos, yo también me río: the only way down from the gallows is to swing, y los dos lo sabemos.







Monday 18 May 2015

Funk de lunes posfluvial


Loin des hommes

Lo más rico no es que la película salga de la mano derecha y roja de mi amado Nicolasito, ni que el protagonista sea Viggo Mortensen, que se sienta a la derecha roja de mi retorcidito corazón. Lo más rico es que una buena amiga haya visto la noticia, y haya pensado en mí, y me lo haya contado -yo ya lo sabía, pero como si no, que de lo bueno se puede ser inocente-.
Eso me reafirma en la convicción de que el Espíritu Santo hace muecas sólo para hacerme sonreír.





Friday 15 May 2015

Time is an ocean, but it ends at the shore

Tendrían que ser embotellables, los días en que son son dependientes y frágiles y al mismo tiempo, ligeros como pompas de jabón, como besos al aire, y van de aquí para allá con pecas en la nariz y dientes nuevos, y preguntan por qué los persigue la luna, o si las flores lloran, o quién recoge las hojas que caen de los árboles en otoño. Pasan tan rápido, esos días...

Monday 4 May 2015

May the fourth be with you

Y esta, esta es pa' yo. Tengo que prometerme a mí misma no llegar a los treinta y siete sin recuperar mi osito de peluche de hociquito duro, y cumplirlo.


Tell me I'm dirty...

Esta va para mi Maga. El día en que arreglemos el mundo a base de melenas, vino y perrerías tiernas se acerca, se acerca, ya llega, como la llama en boca del coyote. Y qué rico, por Dios.




This is Texas, Toto

La exposición de caricaturas de Mahoma, el concurso bien remunerado, or the fine art of adjusting the position of the fan, so that shit hits in the most accurate way possible.
Se superan a sí mismos, estos señores, cada vez.


In style, some day


Sunday 3 May 2015

Una ragazza mora, ma carina

—¡Y aquí estás, linda ya, tan tempranito! Te he visto venir, ¿sabes? y he estado tratando de recordar tu nombre, y no lo lograba, hasta que me vino a la mente aquella canción "Marina, Marina", ¡y entonces me acordé!

Y se ríe de buena gana, y yo con él, mientras el diminuto poodle al otro extremo de la cadena olisquea la bolsa, goloso de  pan recién horneado. Las mañanas de domingo tendrían que llenarse de estos viejitos perfumados con Old Spice, que llevan sixpence a juego con las pecas de las manos, maestros en el arte de coquetear con una muchacha.



Saturday 2 May 2015

Pájaros tirándole a la escopeta

—¿Son para comer, estas albóndigas?
—¿Para qué habrían de ser, si no?
— No me contagiarán de ébola, ¿verdad?
—Qué idea tan estrafalaria, ¡por supuesto que no! El ébola no se transmite de esa manera.
—Podría, si las albóndigas fueran de carne humana.
—Ya, pero a nadie en el mundo se le ocurriría hacer picadillo de carne humana, y enferma de ébola, para más inri...
—¿A nadie? Pensaba que una de tus máximas era eso de que "nadie" y "todo el mundo"  son los acólitos del Diablo; ¿te desdices?

Cría cuervos...


Sábado al fin

Una sabe que ha comenzado a ver la vida con el ojo de Odín cuando se despierta en mitad de la noche, con la luna dando de lleno sobre una cama que podría ser la de Salambó, y lo primero que piensa es: "¡humm...!" ; y luego piensa: "qué horror, ésto parece Cartago..."; y piensa aún: "¡oh, el plenilunio!", antes de volver a dormir plácidamente hasta que el sol se impaciente.

Lo cual, como diría mi amado Juanito, es bello e instructivo.

Brújulas

Leyendo éste artículo, con el que, por demás, coincido casi plenamente y que hace un par de días me alivió de un dolorcito que se me había colado por debajo del pecho izquierdo, me he reafirmado en la impresión de que los cubanos, más que cualquier otra cosa, necesitamos lecciones de urbanidad.

No hay problema en la vida que las buenas maneras no puedan resolver, eso es algo en lo que creo firmemente y que tengo visto y comprobado. Ejemplo vivo de ello son un matrimonio amigo, allende la Islita: ella, una china voluptuosa y risueña y él, un respectable doctor que luce la sortija en el cordial y  la panza rendonda de las naturalezas nobles.
 Ella no ha hecho más maldades porque no ha tenido con quien, pero siempre de tan buenos modos, con tanta dulzura, que a él jamás se le ha visto siquiera cabizbajo. Es más, conversar con ellos es una gloria, una lección en el arte de saber vivir, porque ella termina cada una de sus frases con un cantarín: "¿Verdad, Saplu?", a lo que él responde invariablemente: "Sí, mi vida."

La ternura, señora, es la solución. El día que seamos capaces de comportarnos civilizadamente entre coterráneos, podremos comenzar a imaginarnos Cuba; mientras tanto, nos llevará Cafuinga.



Friday 1 May 2015

S&M

Don't it feel right like this?
All the pieces fall to his wish
Sucker for that quick reward boy
Sucker for that quick reward they said...



Viernes.
Día perfecto para ser veinte centímetros más alta gracias a unos tacones primaverales, y/o para acomodarse entre los brazos y las piernas del Maestro Tirititero y disfrutar bajito sus historias de vikingo.
Escoge, Margarita.