El testimonio de un secuestro, narrado de manera tan íntima y detallada, no puede ser menos que trágico.Sin embargo, de todas las desgracias que le tocaron a esta muchacha, en mi opinión lo peor es imaginarla con diez añitos, en manos de un psicópata y sintiéndose sola y abandonada a su suerte, pues siendo como era la hija indeseada de una madre hecha de hierro y un pelele, creyó a ciegas cuando le dijeron que nadie se preocuparía jamás de organizar su rescate, sencillamente porque no la querían.
Me aterra pensar que a veces somos los padres los que convertimos a nuestros hijos en presa fácil para los hijos de puta al acecho. Contra el mal que crece en la cuna no hay talismán que proteja.
Cierto, aqui compartimos manera de pensar. ¿Recomiendas el libro?
ReplyDeleteEso me recuerda lo que siempre le digo a mi hijo cuando se va en bici con los amigos o a la escuela, que siempre tome el mismo camino de ida y de vuelta porque si se demora o no aparece tengo buscar por el mismo camino, decirle a la policia que camino el toma siempre y el siempre me miraba y me decia y eso para que y yo: porque si tecaes y te hieres una pierna (no me gustaba decirle si le pasaba otra cosa) asi te vamos a encontrar, encontraremos pistas, y siempre te vamos a buscar y encontrar, y mira tu, no habia pensado asi como lo dices tu.
ReplyDeleteQue hijos de la gran...estos tipos.
Recomendado de corazón si; es una lectura penosa, al menos yo no he podido sacudirme aún el malestar, pero totalmente válida.
ReplyDeleteFermina, ese miedo es nuestra cruz como padres.Hace unos días estaba leyendo sobre otra bestia, Ted Bundy, un norteamericano que violó y asesinó a más de 30 muchachas en los 70, y que dijo que "los tipos como yo han existido siempre, caminamos entre ustedes cada día. Y mañana, otros de vuestros hijos morirán." Esa convicción me resulta insoportable.
Sí, tienes razón. Los padres muchas veces ponen a los hijos en bandeja. Una señora que trabajó conmigo tenía un sobrino que fue sistemáticamente violado por el tío, hermano de ella. Lo peor es que la madre no entregó al tío a la justicia.Preguntándole a un siquiatra ex-novio, me decía que lo peor no era la violación en sí, sino que ese niño no sintió que se hiciera justicia. Ante un caso como ese, el problema no es tanto la violación, como que se haga justicia.
ReplyDeleteCuando conocí al chico, tenía ya 16 años. Y recuerdo que entré a un gabinete y él estaba solo, y se asustó mucho cuando me vio. Fue tan extraña su reacción, que ahí fue cuando le pregunté a la tía y me contó.
Extraña por demás. Y me llegó al alma leer que la niña se repetía que no le podía estar pasando aquello porque ella "era fea, gorda y pequeñita", en lo absoluto el tipo que preferían los depredadores sexuales. Estas conclusiones las sacaba de los programas de televisión que veía en su cuarto, mientras la madre, que era quien la había descrito de aquella manera, se ocupaba abajo de su nuevo marido.
ReplyDeleteDan ganas de gritar.
Coincido con el Habanero. No puedo leer estas cosas, las noticias sobre este tema las evito al maximo. Mi salud mental esta jodida desde hace mucho como para exponerla a tales aberraciones. Esos hijos de puta solo merecen el martirio.
ReplyDeleteTengo la misma opinión que el Habanero y Desde el forro..., no hay perdón para esta gente.
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