Hoy voy a comenzar la biografía de Ingrid Betancourt -gracias a mi marido, que sabe mis gustos y saca libros en la biblioteca sin consultarme pero dando en el clavo. Creo que es una lectura que va a llenarme de ambivalencias y sentimientos encontrados, pero igual pienso irle de cabeza, como manda el Rey.
un día esta mujer me empezó a caer mal. Hasta que me di cuenta que después de haber padecido lo que padeció, le debo perdonar todo. Son circunstancias tan excepcionales, que se merece la paciencia
ReplyDeleteYo es que creo que no la conozco. He leído a gente que la glorifica, y a gente que se defeca en el músculo cardíaco de su madre, y me gustaría leerla a fondo y hacerme de una opinión propia.
ReplyDeleteSí. Una amiga lo leyó y me dice que es bueno. El fin de semana pasado veía precismanete un documental sobre esta historia. La verdad es que si bien de momento se le notaron algunas actitudes mala leche, es difícil tener buena leche después de lo que le pasó. Es una locura.
ReplyDeletey bueno, cumple con el filtro ZV , pues según que Yoani Sánchez la imita. Y yo, exceptuando el ruso, y toda la casta barbas largas, generalmente me alineo con los que ZV odia.
ReplyDeleteYo creo que la mala leche viene de antes, de otra manera no hubiera podido salir del berenjenal en que se metió. A veces hacen falta huevos, así de simple, para hacerle frente a las cosas.
ReplyDeleteAh, Ingrid también imita a Zoé Valdés? Coño, ya me tiene medio ganada. A mi cualquiera que odie o sea odiado por la aplatanáda de la Galia me simpatiza.
No sé, no lo he leído. Cuenta luego. Si algo es complejo en esta vida es la realidad colombiana. Y sí, ya tú sabes, que el ego en parís anda por la libre
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