Y resulta que hay que extrañarse y protestar porque las lavadoras nos engañan vilmente y cuando dicen que batuquean la ropa a 60c lo hacen a 40 si les da la gana, o a 30 si es martes.
Este es el castigo del super desarrollado, buscar cada día algo de qué quejarse, algo lo que haga sentir que en realidad es un tareco, un apabullado de la vida, un güije de la soledad mierdero y abandonado, chapoteando en el charco de la comodidad.
Esta es la bonanza de los otros, de los que tenemos siempre un bolero a la mano, de los que nos encojemos de hombros con un "y qué mas da, la vida es una mentira" y seguimos pa'lante en este mundo moderno que no nos cabe en las manos y que no acabamos de ver como nuestro porque aún nos parece que estamos prestados y que en realidad pertenecemos a otro universo, el de los baches y las fuentes secas y los cocuyos y el olor a potaje a las doce del día.
Pos claro.
ReplyDeleteYo lo digo acá al menos una vez al mes: les hacen falta una dictadura de medio siglo y dos o tres períodos especiales para que vean lo que es amor del bueno.
ReplyDeleteCoño un termino medio ahi...que en la antesala del Primer periodo especial no te queda Noruego sano...y si, de vez en cuando hay que darle un respiro al desarrollo..
ReplyDeleteQue se pongan duros, carajo, que con tanto jirimiqueo ya ni son vikingos ni son ná!
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