"Count your blessings" dicen los gringos, y entre las mías se encuentra un galeno -médico que no doctor, según él mismo- vegetariano, abstemio, monógamo, ex alemán democrático, fan de Johnny Cash y con un mal gusto exquisito a la hora de escoger espejuelos.
En estos tiempos acelerados en que la mayoría de los médicos se dignan apenas una auscultación antes de recetar y llamar al próximo, Mayer es un bálsamo. Su deferencia para con mi familia, su paciencia y su minuciosidad, su eterna buena voluntad para explicar y responder a las preguntas que le suelto por decenas y discutir conmigo hipótesis sobre el diagnóstico, el hecho de estar siempre disponible, de no ponerle precio a sus minutos, lo ágil de su mente y su risa extraña de muchacho tímido lo hacen invaluable a mis ojos.
Hasta ahora mi agradecimiento ha tomado la forma de una orquídea y un libro para su hija, regalos ambos aceptados con humildad y regocijo. Me encantaría poder agasajarlo más y mejor, pero sé que no aceptaría. Un día de estos, empero, he de decirle lo que me gustaría llenar el mundo de gente como él.
Doctor Caligosto Loboto
Este además de ser buen médico es un buenazo, y le agradezco a Cachita eternamente que lo pusiera en nuestro camino porque de verdad no abundan.
ReplyDeleteDefinitivamente es una bendición contar con alguien así para el cuidado de los tuyos y el propio. Los tiempos han cambiado en ese sentido para mal, demasiada preparación y la dedicación más bien escasa. Como bien dices ya no abundan.
ReplyDeleteVoy a quebrar una lanza por Lecusay, el doctor de mi chama. Cubano,,joven y adaptado a estos lares , pero cuando me atiende parece que regrese a La Habana...
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