“But Paris was a very old city and we were young and nothing was simple there, not even poverty, nor sudden money, nor the moonlight, nor right and wrong nor the breathing of someone who lay beside you in the moonlight.”

E. Hemingway.
"París era una fiesta"


Monday, 14 March 2011

Homo sensible

Confesarlo durante una cena me ha valido una ceja levemente levantada y algunas sonrisas de circunstancias. No es europeo ni primermundista interesarse en cómo viven y piensan los otros.

Pero yo, testaruda de oficio, quiero seguir mirando al interior de las casas cuando paseo por la ciudad. Quiero seguir inventándome historias instantáneas sobre sus habitantes, pensar que son románticos si tienen profusión de velas, ancianos si las cortinas son de encaje de bolillos, despreocupados si se les marchitan las plantas en la ventana o simpáticos si tienen un gato gordo y una guitarra.

De la misma manera, pienso seguir observando con el rabillo del ojo a los que leen en el avión, espiando el título del libro y preguntándome si valdrá la pena leerlo, según el interés que muestren sus dueños.

Y puesto que forma parte del paquete, he de persistir en cederle mi puesto en la cola del mercado a los viejitos y correr a ayudar a los niños que se caen, aunque muchas veces la respuesta no sea más que una mirada desconfiada.

Yo no soy  moderna, luego puedo darme el lujo de ser humana.

2 comments:

  1. Pocos se pueden dar el lujo de seguir siendo humanos...Abunda la desconfianza, la idiotez, la mala leche, la falta de educción y compasión por el resto...Viva el reggaeton y Abajo Fidel!

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  2. Ah, yo no podría resistir la tentación. Palpar una cabeza recién rapada es algo morbosamente fascinante, como el cadáver de un gato apachurrado en la calle que uno insiste en mirar mientras se escalofría.

    La indiferencia para con los demás es un círculo vicioso, un "don't ask don't tel"l que se muerde la cola. Yo tengo problemas pero tú no lo sabes. No lo sabes porque no te lo he dicho. No te lo digo porque no me preguntas, y tú no me preguntas porque crees que si lo haces estarás invadiendo mi privacidad, etc. Al final, no me preguntas, ni te digo, ni sabemos el uno del otro más que la marca del carro que manejamos. En otras palabras, el desarrollo.

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¡Habla, pueblo de Aura!