-Chicha, por qué te comés esa aceituna tan despacio?
-Porque me gusta mucho.
“But Paris was a very old city and we were young and nothing was simple there, not even poverty, nor sudden money, nor the moonlight, nor right and wrong nor the breathing of someone who lay beside you in the moonlight.”
E. Hemingway.
E. Hemingway.
"París era una fiesta"
Thursday, 30 September 2010
Feminot
La televisión noruega anuncia el estreno de un nuevo canal, dedicado a las mujeres.En el mismo habrá, además de películas romanticonas con Sandra Bullock y Meg Ryan, programas de debate sobre feminismo (light) y experiencias paranormales, y varios reality shows que ilustren la vida de las señoras modernas y su papel en la zoociedad.
Dice Mariana que las mujeres deben ser los seres más tontos y desprovistos de fantasía de este miserable planeta, y yo estoy de acuerdo. Hoy, a las tres, té en casa de Galadriel para debatirlo.
Dice Mariana que las mujeres deben ser los seres más tontos y desprovistos de fantasía de este miserable planeta, y yo estoy de acuerdo. Hoy, a las tres, té en casa de Galadriel para debatirlo.
Tuesday, 28 September 2010
Pajaritos laboristas
Acabo de darme cuenta de que Ed Miliband es indéntico a los pichoncitos de Creature Comforts. Qué tierno!
Monday, 27 September 2010
Érase un estercolero...
El chiquillo y la ardilla se disputan el último pastelillo. En un sublime momento de inspiración deciden que el dulce debe tocarle al que más asquerosidades sea capaz de ingerir, y vemos las hazañas en espeluznante retrospectiva: la ardilla come mocos, el chiquillo se bebe el agua de un vaso con una dentadura postiza. La ardilla lame la cera de sus oídos, el chiquillo se hace una tortilla de uñas. La ardilla urga con el tenedor en el basurero, el chiquillo en el cesto del baño. Es una competencia reñida, y para zanjarla llaman al padre. Éste, magnífico, suelta un eructo que marchita las plantas y horripila a la ardilla y al chiquillo, y se lleva el pastel.
Esto es lo que ven los niños de los países desarrollados en canales como Nickelodeon y Disney Channel. Mocos, pedos, eructos, vómitos y toda suerte de abusos físicos y verbales a una velocidad alucinante y constante. Es realmente extraño, entonces, que se comporten como bestias con zapatos, que no tengan otro tema de conversación que no sea de tipo escatológico, que para que se sienten tranquilos media hora haya que hipnotizarlos?
Carencias, represión, aislamiento, todo eso y más hubo en mi infancia. Y sin embargo, no cambiaría yo una de aquellas horas sentada frente al viejo televisor en blanco y negro, viendo animados rusos que eran en el mejor de los casos un prodigio del buen gusto y en el peor sencillamente aburridos pero siempre aptos para personas normales, por toda la programación que estos niños civilizados tragan sin masticar frente a sus televisores de cincuenta pulgadas.
Soy Juana, llamadme loca.
Esto es lo que ven los niños de los países desarrollados en canales como Nickelodeon y Disney Channel. Mocos, pedos, eructos, vómitos y toda suerte de abusos físicos y verbales a una velocidad alucinante y constante. Es realmente extraño, entonces, que se comporten como bestias con zapatos, que no tengan otro tema de conversación que no sea de tipo escatológico, que para que se sienten tranquilos media hora haya que hipnotizarlos?
Carencias, represión, aislamiento, todo eso y más hubo en mi infancia. Y sin embargo, no cambiaría yo una de aquellas horas sentada frente al viejo televisor en blanco y negro, viendo animados rusos que eran en el mejor de los casos un prodigio del buen gusto y en el peor sencillamente aburridos pero siempre aptos para personas normales, por toda la programación que estos niños civilizados tragan sin masticar frente a sus televisores de cincuenta pulgadas.
Soy Juana, llamadme loca.
Sunday, 26 September 2010
Cero Chaneles
Como una vulgar piruchi, me dejo subyugar por su color chocolate, perfecto para piececillos otoñales que presumen de hippies.
"Es lo último", me cuenta ella, "el Marrón Khaki de Chanel."
La sonrisa sufre un escalofrío y se escurre. ¡Chanel! Pomposo y caro, tan contrario a mis principios...
"Otra vez será", digo, y me voy rumiando mi desventura y refunfuñando bajito.
Media hora más tarde, empero, vuelvo a sonreir encantada. ¡Allí está, en mi tienda preferida y por un precio apto para bolsillos proletarios, el mismo color! Y se llama Dust & Diamonds, un nombre con swing y reminiscencias beatlerianas, que no bélicas.
"¡Ja!" exclamo, y salgo con paso ligero, agradeciendo al buen Dios que siga acordándose de sus criaturas, aún de las más locas.
¡A tomar por saco, Chanel!
"Es lo último", me cuenta ella, "el Marrón Khaki de Chanel."
La sonrisa sufre un escalofrío y se escurre. ¡Chanel! Pomposo y caro, tan contrario a mis principios...
"Otra vez será", digo, y me voy rumiando mi desventura y refunfuñando bajito.
Media hora más tarde, empero, vuelvo a sonreir encantada. ¡Allí está, en mi tienda preferida y por un precio apto para bolsillos proletarios, el mismo color! Y se llama Dust & Diamonds, un nombre con swing y reminiscencias beatlerianas, que no bélicas.
"¡Ja!" exclamo, y salgo con paso ligero, agradeciendo al buen Dios que siga acordándose de sus criaturas, aún de las más locas.
¡A tomar por saco, Chanel!
Friday, 24 September 2010
De pechos y manos
Hoy ha sido un día de tetas. En el periódico, en la televisión y en el cibersolar no se habla de otra cosa. Y me viene a la cabeza un artículo que leí hace un tiempo y que me impresionó, porque demuestra que la estupidez de algunas personas debería estar sujeta a impuestos.
Sheyla Hershey, modelo brasileña residente en -oh, surprise surprise!- Huston, Texas, se ha operado nada más y nada menos que treinta veces y cuenta actualmente con el macabro honor de tener los pechos más grandes del mundo mundial. La peregrina hazaña le ha costado 400 00 libras, y la talla alcanzada (para los que entiendan de tallas e imbecilidades) es la 38KKK.
Durante el verano, empero, una infección causada por un estafilococo adquirido durante su última operación en Julio del presente atacó ambos zepelines y estuvo a punto de mandar a Sheyla con todo y su tetamenta a mejor vida. La solución para el problema fué sacar los implantes para evitar que la infección se extendiera a otras partes del cuerpo.
Podría creerse que después de una situación tan traumática la desdichada recapacitaría y se mantendría alejada de los quirófanos y la silicona, verdad? Ah, almas cándidas. Por supuesto que no, está esperando que pase la cuarentena impuesta por los médicos para volver a las andadas! En cuestiones de ambición y cretinismo sólo la imaginación marca límites.
Mientras tanto, es un alivio saber que la mayoría de las mujeres -y de los hombres también, aunque a veces no lo parezca- seguimos apostando por las viejas maneras: la buena teta, que en la mano quepa.
Sheyla Hershey, modelo brasileña residente en -oh, surprise surprise!- Huston, Texas, se ha operado nada más y nada menos que treinta veces y cuenta actualmente con el macabro honor de tener los pechos más grandes del mundo mundial. La peregrina hazaña le ha costado 400 00 libras, y la talla alcanzada (para los que entiendan de tallas e imbecilidades) es la 38KKK.
Podría creerse que después de una situación tan traumática la desdichada recapacitaría y se mantendría alejada de los quirófanos y la silicona, verdad? Ah, almas cándidas. Por supuesto que no, está esperando que pase la cuarentena impuesta por los médicos para volver a las andadas! En cuestiones de ambición y cretinismo sólo la imaginación marca límites.
Mientras tanto, es un alivio saber que la mayoría de las mujeres -y de los hombres también, aunque a veces no lo parezca- seguimos apostando por las viejas maneras: la buena teta, que en la mano quepa.
Foto: Christian Peter
Thursday, 23 September 2010
Votos contra el horror
"En Oslo, un hombre de procedencia iraní ha asesinado a sus tres hijitas -de dos semana, siete y nueve años respectivamente- y a su esposa, de origen marroquí, para suicidarse luego ahogandose en el lago Gjersjøen."
Mientras leo, el espanto me sobrecoge. Pienso en mi amiga M. marroquí y casada con un iraní hijo de puta y desequilibrado, madre ella también de tres niñitas y de la cual no he recibido noticia alguna desde que él se las llevara a vivir a Melilla en el verano.
La recuerdo sonriente, dulce, perdida en el caos de una cotidianeidad que nunca supo controlar. La recuerdo desencantada, tratando de atar cabos que se le escapaban, tratando de comprender. La recuerdo sobre todo llorosa, tocándome a la puerta de madrugada, pidiendo protección y alojamiento, y el extraño contraste de las botas cubiertas de nieve con sus piyamas...
Yo no creo, pero ella sí. Así pues, que Aláh, El Misericordioso, las proteja y salve de un final parecido y permita que regresen muy pronto. Porque sólo Él es sabio.
Mientras leo, el espanto me sobrecoge. Pienso en mi amiga M. marroquí y casada con un iraní hijo de puta y desequilibrado, madre ella también de tres niñitas y de la cual no he recibido noticia alguna desde que él se las llevara a vivir a Melilla en el verano.
La recuerdo sonriente, dulce, perdida en el caos de una cotidianeidad que nunca supo controlar. La recuerdo desencantada, tratando de atar cabos que se le escapaban, tratando de comprender. La recuerdo sobre todo llorosa, tocándome a la puerta de madrugada, pidiendo protección y alojamiento, y el extraño contraste de las botas cubiertas de nieve con sus piyamas...
Yo no creo, pero ella sí. Así pues, que Aláh, El Misericordioso, las proteja y salve de un final parecido y permita que regresen muy pronto. Porque sólo Él es sabio.
Wednesday, 22 September 2010
Tout Va Trés Bien, Madame La Marquise
Mi abuelo solía decir que con la revolución pasó lo mismo que con el barquito chiquitico que no podía navegar: pasaron una, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete semanas y los víveres comenzaron a escasear. Y sin embargo, cuando hablo con mis padres y pregunto cómo andan las cosas la respuesta es rotunda: Estamos bien, mi'ja.
Las malas noticias, el recuento de los daños, la lista de los productos desaparecidos que cada día es más larga quedan pendientes para posibles conversaciones privadas. El tiempo en el teléfono es muy corto para hablar de cosas desagradables, me dicen.
A estas alturas y con el futuro cada vez más desdibujado que perciben es un milagro que todavía sepan sacudirse las penas y disfrutar los momentos agradables, que pueden ser tan sencillos como veinte minutos mensuales de charla sobre los nietos.
Desde mi tundra les dedico el conjuro: que no cambien, que no cambien, que no cambien.
Tuesday, 21 September 2010
Rebeliones
- El término MILF (Mothers I'd Like To Fornicate) debería cambiarse por MILT (Mothers I'd Like To Talk To) -dice la una, y las otras asienten vehementemente. Decenas de señoras vestidas de alegres colores -en otoño, qué pesadas- aplauden con entusiamo. Ellas también están de acuerdo.
Es lo que yo digo, son más sosas que un pan sin sal. Todo ha de ser correcto, estéril y aburrido, como manda el rey. De ser por ellas la señora Robinson en lugar de seducir al Dustin con sus super piernas le hubiera dado una charla y una taza de chocolate.
Pues no! La vida es más que un manual de buena conducta y a nadie le rompe un hueso que un jovencito le mire el escote con ojos lujuriosos. Milfs de todos los países, uníos!
Es lo que yo digo, son más sosas que un pan sin sal. Todo ha de ser correcto, estéril y aburrido, como manda el rey. De ser por ellas la señora Robinson en lugar de seducir al Dustin con sus super piernas le hubiera dado una charla y una taza de chocolate.
Pues no! La vida es más que un manual de buena conducta y a nadie le rompe un hueso que un jovencito le mire el escote con ojos lujuriosos. Milfs de todos los países, uníos!
Monday, 20 September 2010
Perros
Lo he visto apenas dos veces, amarrado al portal de la casa, contento y exitado por la visita. Dos veces lo he acariciado distraídamente mientras conversaba con su ama. Es un labrador blanco, fiel y manso, y va a morir hoy.
Colmado de cáncer, no contiene el esfínter, apenas puede levantarse. Ratardar su muerte sería alargar su agonía. Sus dueños retribuyen seis años de amor con un final rápido e indoloro, con esa piedad paradójica y brutal de que hacemos gala los humanos.
Todo está dispuesto para su partida. La fosa en que yacerá está cavada en el jardín, los niños han sido avisados y preparados. Dentro de unas horas será sólo un recuerdo, y cuando el nuevo cachorro haga su entrada ni siquiera eso, porque el olvido sigue siendo nuestro paliativo preferido.
Lo he llorado toda la noche, insomne y llena de rabia contra una enfermedad que prefiere a los mejores. Y con él he llorado al perro de Goya, semihundido y resignado, que me borró en un segundo la felicidad de tantas pinturas maravillosas en el calor madrileño.
Entre tanta pena, es un alivio la lluvia. No ha de brillar el sol cuando muere un perro bueno.
Sunday, 19 September 2010
Las gorrinas
El otoño le ha dado a un puñado de gentiles damas por tirarse fotos frente al espejo, en el traje de Eva y poniedo cara de pescao en nevera. Muy novedoso y sobre todo interesantísimo, si hemos de creer a los infelices que redactan los diarios.
Cada día son noticia los morritos de la Moore, de la Hatcher y de cualquier otra señora debidamente siliconada y estirada. Verlas, móvil en mano frente al espejo, en bikini y gafas de sol -no entiendo lo uno ni lo otro, pero tampoco pienso esforzarme- haciendo pucheritos para su público podría ser enternecedor, pero el ridículo lo impide.
Que se desnuden y lo muestren a través de Twitter me parece fantástico. Que sus desnudos sean noticia una y otra vez ya no tanto, porque después de todo uno compra el periódico para leer sobre "lo nuevo" que ha pasado en éste perro mundo mientras dormíamos, y una tipa en cueros hace mucho tiempo que dejó de ser novedad. Y que digan que el mensaje que quieren transmitir con sus aspavientos es que cada mujer debe estar orgullosa de su cuerpo y no temer mostrarlo me resulta abiertamente asqueante.
A ver si terminan de metérselo en sus sosas molleras, queridas señoras: si una mujer tiene reparos a la hora de exibir su cuerpo, por la razón que sea, no será precisamente la visión de otro cuerpo femenino, perfecto en su plasticidad, sin edad ni historia, seguro y avasallador, lo que la aliente.
Enseñen lo que Dios y el dinero les han dado pero sin evangelizar, que ya con ser malas actrices tienen bastante.
Foto: Jefefry Scott
Cada día son noticia los morritos de la Moore, de la Hatcher y de cualquier otra señora debidamente siliconada y estirada. Verlas, móvil en mano frente al espejo, en bikini y gafas de sol -no entiendo lo uno ni lo otro, pero tampoco pienso esforzarme- haciendo pucheritos para su público podría ser enternecedor, pero el ridículo lo impide.
Que se desnuden y lo muestren a través de Twitter me parece fantástico. Que sus desnudos sean noticia una y otra vez ya no tanto, porque después de todo uno compra el periódico para leer sobre "lo nuevo" que ha pasado en éste perro mundo mientras dormíamos, y una tipa en cueros hace mucho tiempo que dejó de ser novedad. Y que digan que el mensaje que quieren transmitir con sus aspavientos es que cada mujer debe estar orgullosa de su cuerpo y no temer mostrarlo me resulta abiertamente asqueante.
A ver si terminan de metérselo en sus sosas molleras, queridas señoras: si una mujer tiene reparos a la hora de exibir su cuerpo, por la razón que sea, no será precisamente la visión de otro cuerpo femenino, perfecto en su plasticidad, sin edad ni historia, seguro y avasallador, lo que la aliente.
Enseñen lo que Dios y el dinero les han dado pero sin evangelizar, que ya con ser malas actrices tienen bastante.
Foto: Jefefry Scott
Friday, 17 September 2010
Tántala
"Las capacidad de tentación de una cama es directamente proporcional a la necesidad que uno tenga de entrar al cuarto cada cinco minutos para buscar un tareco nuevo a la hora poco cristiana de las seis de la mañana."
Ley de La Madrugadera Involuntaria.
Foto: "Tántalo en su cueva" por Paper Plane Creations
Ley de La Madrugadera Involuntaria.
Foto: "Tántalo en su cueva" por Paper Plane Creations
Thursday, 16 September 2010
Utopías
Hippies, rockers, punks. Señores con espejuelos montados al aire y anillo grueso en el cordial. Botas de cuero de todos los tamaños y colores compartiendo con zapatos de corte bajo y algún que otro tacón la lluvia y el barro otoñal. Cráneos erizados de púas, melenas alborotadas, pelados militares, grenchas cruzando calvas de un lado a otro. Todo mezclado.
La muchacha con sombrero estilo años veinte está sentada al lado de la señora enjoyada que está sentada detrás del hombre que lleva un tatuaje en el cuello. Los tres están allí por la misma razón y con la misma intención: ver el concierto, pasarla bien, disfrutar y dejar que los demás disfruten.
Qué distinto, qué pacífico, qué cabronamente maravilloso sería todo si reinara ese espíritu en el mundo! Y qué barato! Vino, música y la voluntad de no joder al prójimo, nada más.
Foto: Banksy
La muchacha con sombrero estilo años veinte está sentada al lado de la señora enjoyada que está sentada detrás del hombre que lleva un tatuaje en el cuello. Los tres están allí por la misma razón y con la misma intención: ver el concierto, pasarla bien, disfrutar y dejar que los demás disfruten.
Qué distinto, qué pacífico, qué cabronamente maravilloso sería todo si reinara ese espíritu en el mundo! Y qué barato! Vino, música y la voluntad de no joder al prójimo, nada más.
Foto: Banksy
Wednesday, 15 September 2010
Stefan, Margarita y yo
Hace diez años lo tenía allá arriba, al ladito de Cave, Waits y Cohen. Fantástico como ellos, y como ellos alcanzable sólo en la medida de su música. Recuerdo las lágrimas que me bebí un invierno al no alcanzar entradas para uno de sus esporádicos conciertos en Oslo. Fué la noche de pub más triste de mi vida.
El año pasado, sin embargo, ocurrió un milagro. Gracias a una serie de accidentes afortunados me encontré sentada en una sala sacada de una saga vikinga, con una sonrisa que me dolía en las orejas, escuchando "Sabina pasea por el malecón" con dedicatoria. Y por si fuera poco, la noche siguiente lo tuve en casa, con su humor crítico y su humildad enternecedora, coreando canciones viejas, comiendo bacalao a la cubana y arreglando el mundo a golpes de Aquavit.
Hoy voy a verlo de nuevo, y como Juvenal Urbino, apenas puedo esperar a que sean las ocho. Disfrutar de un artista con tanto talento y carisma es genial. Disfrutarlo en plan de amigos es un regalo, así de simple.
Salud, Stefan, y besos mil.
El año pasado, sin embargo, ocurrió un milagro. Gracias a una serie de accidentes afortunados me encontré sentada en una sala sacada de una saga vikinga, con una sonrisa que me dolía en las orejas, escuchando "Sabina pasea por el malecón" con dedicatoria. Y por si fuera poco, la noche siguiente lo tuve en casa, con su humor crítico y su humildad enternecedora, coreando canciones viejas, comiendo bacalao a la cubana y arreglando el mundo a golpes de Aquavit.
Hoy voy a verlo de nuevo, y como Juvenal Urbino, apenas puedo esperar a que sean las ocho. Disfrutar de un artista con tanto talento y carisma es genial. Disfrutarlo en plan de amigos es un regalo, así de simple.
Salud, Stefan, y besos mil.
Tuesday, 14 September 2010
Desocupado
Juan trabaja. Al menos eso dice si le preguntan. Para probarlo le vale su salario, escueto pero contante.
Juan es uno de los cinco choferes de una empresa que sólo tiene un camión en funcionamiento. Para manejarlo se turnan, y cuando no le toca a él hacerlo se le puede ver en el portal de su casa, criticando hasta a las moscas y hostigando a la infelíz de su mujer.
Juan anda preocupado. Medio millón es mucha gente, y en la empresa se rumora que un jefe dijo "un camión, un chofer." Además, todo el mundo sabe que el vende el petróleo del vehículo a los que no tienen gas ni cocina eléctrica. Malo dos veces.
La mujer de Juan le ha puesto una velita a un santo en el que no cree, a falta de un CDR eficiente. Un marido cabrón, desocupado y sin dinero es más de lo que puede soportar, y la novela está malísima.
Foto: Ricardo Campani "Desocupado"
Juan es uno de los cinco choferes de una empresa que sólo tiene un camión en funcionamiento. Para manejarlo se turnan, y cuando no le toca a él hacerlo se le puede ver en el portal de su casa, criticando hasta a las moscas y hostigando a la infelíz de su mujer.
Juan anda preocupado. Medio millón es mucha gente, y en la empresa se rumora que un jefe dijo "un camión, un chofer." Además, todo el mundo sabe que el vende el petróleo del vehículo a los que no tienen gas ni cocina eléctrica. Malo dos veces.
La mujer de Juan le ha puesto una velita a un santo en el que no cree, a falta de un CDR eficiente. Un marido cabrón, desocupado y sin dinero es más de lo que puede soportar, y la novela está malísima.
Foto: Ricardo Campani "Desocupado"
Monday, 13 September 2010
Sueños bajitos
Hoy he soñado con una enana. Un sueño extraño y desagradable porque los enanos me provocan un rechazo que no puedo explicar. Quizás estoy marcada por los siglos y siglos de relegación y humillaciones a que han sido sometidos, quizás comparto en algún sentido esa mentalidad estrecha. Lo cierto es que ahora hay enana para el resto del día, porque no logro sacármela de la melena.
Dice Mariana que tengo que aterrizar...
Dice Mariana que tengo que aterrizar...
Foto: PJ Witkin "Daphne and Apollo"
Sunday, 12 September 2010
De noches y porteros
Es una película para los fuertes de estómago, para los que se quedan ahí a sabiendas de que lo que van a ver les va a patear el alma. Pero sobre todo es una película para los que, como yo, piensan que las relaciones humanas son más complicadas que cualquier cliché, y que explicarlas o encasillarlas es tan fútil como arar en el mar. El corazón es como una cebolla: por cada capa gruesa y jugosa de sentimientos impuestos por los prejuicios y las tradiciones hay otra finísma, débil y transparente pero tangible y entrevenada de secretos.
Con esas capas hizo Liliana Cavani "El Portero de Noche", y sobre esas capas construyó Charlotte Rampling su personaje, una de las actuaciones más brillantes que he visto jamás.
Con esas capas hizo Liliana Cavani "El Portero de Noche", y sobre esas capas construyó Charlotte Rampling su personaje, una de las actuaciones más brillantes que he visto jamás.
Saturday, 11 September 2010
Otoño
El otoño es la estación de los raros. Los góticos salen otra vez y llenan la ciudad de sombreros de copa y ojeras, los retro sacan sus velillos y sus guantes de seda, los emos se reagrupan y se reafirman. La decandecia y la melancolía están justificadas en otoño. Aquellos que osen exibir escotes, dorados artificiales y colores alegres serán mirados con lástima por los que lucimos palideces a tono con la estación. Ha llegado el tiempo de los crisantemos y el musgo, las melenas desparramadas por la espalda y los mitones de lana tejidos por la abuela.
Tres meses de ocre y dorado, de vinos y velas, de Tom Waits, Tori Amos y Marianne Faithfull disputandose el silencio. Neblina y llovizna, cuervos y erizos, museos y cementerios. Tiempo de ser, más que de parecer.
Tres meses de ocre y dorado, de vinos y velas, de Tom Waits, Tori Amos y Marianne Faithfull disputandose el silencio. Neblina y llovizna, cuervos y erizos, museos y cementerios. Tiempo de ser, más que de parecer.
Thursday, 9 September 2010
Si me pides el pescao...
"Un hombre es violado en la "Plaza del Pescado" de Bergen, ante los ojos atónitos de turistas y paseantes."
El encabezamiento de la noticia me sorprende. Algo tan brutal, a plena luz del día y en público suena tan lejos de la Noruega que conozco, donde los crímenes de caracter sexual son más perseguidos aún que los homicidios...Sigo leyendo:
"Un hombre de sesenta años fué arrestado ayer en Bergen por haberle practicado sexo oral a otro hombre en la céntrica Plaza del Pescado. Ambos sujetos se hallaban en estado de embriaguez."
Acabáramos. La violación de que se habla son dos borrachos a quienes se les moja la canoa. Y para eso dejó una enfriar el café?
No se me malentienda. Estoy completamente de acuerdo en que la policía interviniera y entablara una denuncia contra el..cómo llamarle...felador de marras. Por alteración del orden, por conducta inapropiada, etc. Pero vamos a poner los pies sobre la tierra: no fué una violación. No hubo coerción ni coacción, penetración o daños psíquicos -el ofendido se enteró de lo que le habían hecho cuando lo montaron en la patrulla-. Ni siquiera hubo erección, por el grado de intoxicación etílica del infelíz agravado. Estuvo mal hecho, sí, pero tampoco hay que exagerar.
Señores alarmistas, en aras de contribuir a que adquieran una visión más apropiada sobre la diferencia entre estupro y repello, les aconsejo que se den una vueltecita por Barataria. Allí encontrarán, además de un oráculo, varios camellos en los que podrán experimentar toda suerte de toqueteos impúdicos y fraseología explícita. Será una aventura, se los aseguro, pero lo más sorprendente de todo será descubrir que cuando se bajen del peculiar vehículo todo seguirá como antes. Y en caso de que se sientan ofendidos, cualquier local puede hacerles el favor de escribirles en el diccionario de bolsillo las mil y una maneras de cagarse en la madre del repellador. No hay nada más refrescante, créanme.
Cuando regresen, traigan consigo un poquito de tal relajamiento, y dejen la terminología trembunda para cuando se necesite en serio, de manera tal que los que aún leemos el diario podamos seguir haciendolo sin temor a que las noticias sean sobre lobos y zagales.
Foto: The Pogues, uno de los mejores grupos que conozco. El que no haya coreado "Dirty Old Town" con una botella y media de vino entre pecho y espalda no sabe lo que es la vida.
El encabezamiento de la noticia me sorprende. Algo tan brutal, a plena luz del día y en público suena tan lejos de la Noruega que conozco, donde los crímenes de caracter sexual son más perseguidos aún que los homicidios...Sigo leyendo:
"Un hombre de sesenta años fué arrestado ayer en Bergen por haberle practicado sexo oral a otro hombre en la céntrica Plaza del Pescado. Ambos sujetos se hallaban en estado de embriaguez."
Acabáramos. La violación de que se habla son dos borrachos a quienes se les moja la canoa. Y para eso dejó una enfriar el café?
No se me malentienda. Estoy completamente de acuerdo en que la policía interviniera y entablara una denuncia contra el..cómo llamarle...felador de marras. Por alteración del orden, por conducta inapropiada, etc. Pero vamos a poner los pies sobre la tierra: no fué una violación. No hubo coerción ni coacción, penetración o daños psíquicos -el ofendido se enteró de lo que le habían hecho cuando lo montaron en la patrulla-. Ni siquiera hubo erección, por el grado de intoxicación etílica del infelíz agravado. Estuvo mal hecho, sí, pero tampoco hay que exagerar.
Señores alarmistas, en aras de contribuir a que adquieran una visión más apropiada sobre la diferencia entre estupro y repello, les aconsejo que se den una vueltecita por Barataria. Allí encontrarán, además de un oráculo, varios camellos en los que podrán experimentar toda suerte de toqueteos impúdicos y fraseología explícita. Será una aventura, se los aseguro, pero lo más sorprendente de todo será descubrir que cuando se bajen del peculiar vehículo todo seguirá como antes. Y en caso de que se sientan ofendidos, cualquier local puede hacerles el favor de escribirles en el diccionario de bolsillo las mil y una maneras de cagarse en la madre del repellador. No hay nada más refrescante, créanme.
Cuando regresen, traigan consigo un poquito de tal relajamiento, y dejen la terminología trembunda para cuando se necesite en serio, de manera tal que los que aún leemos el diario podamos seguir haciendolo sin temor a que las noticias sean sobre lobos y zagales.
Foto: The Pogues, uno de los mejores grupos que conozco. El que no haya coreado "Dirty Old Town" con una botella y media de vino entre pecho y espalda no sabe lo que es la vida.
Wednesday, 8 September 2010
Cachita, un año más
Con el orgullo de llevarte en el pecho como mis ancestros, de no haber cubierto tu imagen con la de oráculos nucleares, de no haberte negado jamás de hecho o de palabra. Con la esperanza de una familia saludable y unida, y una Patria libre y pacífica. Con el amor intacto y la determinación de seguirte siempre, aquí y allá.
Amén, Cachita adorada.
Amén, Cachita adorada.
Tuesday, 7 September 2010
Un montón de mujeres
Son dos. Rubias, altas, delgadas. Perfectamente maquilladas, con cortes de pelo impecables, elegantes y seguras de sí mismas. Con la vista firmemente puesta en la cámara dan consejos que nos ayudarán al resto de las mujeres -simples mortales, atribuladas madres de familia, esposas estresadas, hormiguillas laboriosas e irritables- a aceptarnos tal y como somos y a ser felices con lo que Dios nos ha dado. Por mucho que lo que Dios nos dió se haya metamorfoseado como Gregorio. Sobe todo si lo que Dios nos dió se ha metamorfoseado como Gregorio. De hecho, cuanto más kafkiano sea el proceso más contentas debemos estar.
¿Que se te han caído los pechos? Maravilla. ¿Que las patas de gallo van pareciendo de avestruz? Fantástico. ¿Que los niños al verte salir del baño hacen bromas sobre huequitos en tus nalgas? ¡Aleluya!
Estrías, cicatrices, pellejitos colgantes, michelines, todo es un canto a la vida. Y si tu marido no comprende, si es tan cretino, tan banal, tan retrógrado como para seguir pensando que los pechos de Scarlett Johanson son hermosos teniendo al lado los tuyos, ahí está la revolución. De, para y por las mujeres, con el apoyo de miles de hermanas y tratados feministas.
No quiero pecar de suspicacia, pero algo me dice que después de la filípica matutina las estilizadas profetas han salido corriendo al gimnasio a poner a tono sus cuerpos sacados de balance por el jugo de naranja que bebieron en el estudio. Es un pensamiento ruin, ya lo sé, pero no logro sacudírmelo de la melena -piensa mal y acertarás, decía mi abuela-. Sin embargo, no quiero denostarlas. Si sus palabras encuentran eco, si su Iglesia de la Autoaceptación y la Felicidad Perpetua se llena de seguidoras a pesar de lo hipócrita de la teoría, felicidades.
Yo, por mi parte, pienso seguir odiando a muerte cada gramo de grasa, pienso seguir soñandome como cuando tenía diecisiete, pienso maldecir la báscula y a su inventor cada mañana pero, aún así, pienso seguir viviendo con mi cuerpo tal cual es. En guerra unas veces y otras en paz, como siempre, pero ahí.
Y así las cosas, es reconfortante encontrarse con un sitio como éste, donde cientos de mujeres se reunen, no para dar consejitos desde su propia perfección sino para decirle "yo también" a los defectos de las otras. Un regalo para los ojos, ya sean almendrados o porcinos.
¿Que se te han caído los pechos? Maravilla. ¿Que las patas de gallo van pareciendo de avestruz? Fantástico. ¿Que los niños al verte salir del baño hacen bromas sobre huequitos en tus nalgas? ¡Aleluya!
Estrías, cicatrices, pellejitos colgantes, michelines, todo es un canto a la vida. Y si tu marido no comprende, si es tan cretino, tan banal, tan retrógrado como para seguir pensando que los pechos de Scarlett Johanson son hermosos teniendo al lado los tuyos, ahí está la revolución. De, para y por las mujeres, con el apoyo de miles de hermanas y tratados feministas.
No quiero pecar de suspicacia, pero algo me dice que después de la filípica matutina las estilizadas profetas han salido corriendo al gimnasio a poner a tono sus cuerpos sacados de balance por el jugo de naranja que bebieron en el estudio. Es un pensamiento ruin, ya lo sé, pero no logro sacudírmelo de la melena -piensa mal y acertarás, decía mi abuela-. Sin embargo, no quiero denostarlas. Si sus palabras encuentran eco, si su Iglesia de la Autoaceptación y la Felicidad Perpetua se llena de seguidoras a pesar de lo hipócrita de la teoría, felicidades.
Yo, por mi parte, pienso seguir odiando a muerte cada gramo de grasa, pienso seguir soñandome como cuando tenía diecisiete, pienso maldecir la báscula y a su inventor cada mañana pero, aún así, pienso seguir viviendo con mi cuerpo tal cual es. En guerra unas veces y otras en paz, como siempre, pero ahí.
Y así las cosas, es reconfortante encontrarse con un sitio como éste, donde cientos de mujeres se reunen, no para dar consejitos desde su propia perfección sino para decirle "yo también" a los defectos de las otras. Un regalo para los ojos, ya sean almendrados o porcinos.
Foto: Christian Peter
Thursday, 2 September 2010
Quirón en Manzanillo
Yo no aprendo. Treinta y un años, y no aprendo. Y tú tampoco aprendes, Mariana, con todo y lo vieja que eres.
En un grupo facebokiano para manzanilleros encuentro, entre muchas, la foto de una de las cuatro esfinges que marcan los puntos cardinales en el parque Carlos Manuel de Céspedes, centro y pulmón de la ciudad. La foto ostenta un pié que me llamó la atención por lo disparatado: "El centauro del parque Céspedes."
Siendo como soy manzanillera de pura cepa y amante de la mitología griega desde pequeñita, me tomé la libertad de aclararle a la señora que publica la foto y lleva el grupo que, con todo el respeto, no se trata de un centauro sino de una esfinge griega, con cara de mujer y pecho, patas y cola de león. Añadí que como ella hay otra en el parque, más dos de estilo egipcio, diferencia que puede apreciarse en el tocado que lucen en sus cabezas.
Ni corta ni perezosa la señora me respondió, a la gallega: su español es muy malo, ella salió de Cuba siendo muy niña y además, así le mandan a ella las cosas "de allá" y ella las transcribe.
No pienso hacerte caso, Mariana. No voy a preguntarle a la egregia señora quién le ha contado que alguien necesita saber idiomas para diferenciar una esfinge de un centauro, ni a hacer una disertación que vaya desde Edipo hasta Abu-el-Hol, pasando por los hijos de Ixión. No vale la pena. La que tiene que rectificar soy yo, la que tiene que acabar de darse cuenta de que la sapingonáutica es una ciencia extraña cuyos misterios no comprenderé jamás soy yo. Es hora de que me meta en la cabeza que el hecho de que yo tenga la mente en un constante abrir de piernas, ávida de conocimiento, no quiere decir que los demás también lo hagan.
Y con lo bien que me caen a mí los centauros....
En un grupo facebokiano para manzanilleros encuentro, entre muchas, la foto de una de las cuatro esfinges que marcan los puntos cardinales en el parque Carlos Manuel de Céspedes, centro y pulmón de la ciudad. La foto ostenta un pié que me llamó la atención por lo disparatado: "El centauro del parque Céspedes."
Siendo como soy manzanillera de pura cepa y amante de la mitología griega desde pequeñita, me tomé la libertad de aclararle a la señora que publica la foto y lleva el grupo que, con todo el respeto, no se trata de un centauro sino de una esfinge griega, con cara de mujer y pecho, patas y cola de león. Añadí que como ella hay otra en el parque, más dos de estilo egipcio, diferencia que puede apreciarse en el tocado que lucen en sus cabezas.
Ni corta ni perezosa la señora me respondió, a la gallega: su español es muy malo, ella salió de Cuba siendo muy niña y además, así le mandan a ella las cosas "de allá" y ella las transcribe.
No pienso hacerte caso, Mariana. No voy a preguntarle a la egregia señora quién le ha contado que alguien necesita saber idiomas para diferenciar una esfinge de un centauro, ni a hacer una disertación que vaya desde Edipo hasta Abu-el-Hol, pasando por los hijos de Ixión. No vale la pena. La que tiene que rectificar soy yo, la que tiene que acabar de darse cuenta de que la sapingonáutica es una ciencia extraña cuyos misterios no comprenderé jamás soy yo. Es hora de que me meta en la cabeza que el hecho de que yo tenga la mente en un constante abrir de piernas, ávida de conocimiento, no quiere decir que los demás también lo hagan.
Y con lo bien que me caen a mí los centauros....
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