“But Paris was a very old city and we were young and nothing was simple there, not even poverty, nor sudden money, nor the moonlight, nor right and wrong nor the breathing of someone who lay beside you in the moonlight.”

E. Hemingway.
"París era una fiesta"


Wednesday, 16 February 2011

Libertarias?

En las últimas semanas me han hecho varias veces la pregunta del millón: para cuando Barataria? No es hora ya de que los isleños reclamen sus derechos y se rebelen contra quienes los oprimen? Si los egipcios y los tunecinos pueden, nosotros también podemos.

Yo sé que podemos. La pregunta es cómo lo haremos. La pregunta es si seremos capaces de dialogar, de escucharnos los unos a los otros, olvidarnos de la piedra y el palo y comenzar de nuevo. La pregunta es si hemos aprendido de los errores.
  
Hace algún tiempo, discutiendo el asunto entre cubanos exiliados y residentes en el extranjero -y sí, existe una diferencia, aunque muchos pretendan ignorarla-, dije que no quiero para mi país una noche de cuchillos largos. Una mujer de mi generación, abogada en Miami, me contestó que no sería de cuchillos sino de muchas sogas. De modo que, si depende de gente como ella,  la respuesta es no.

Faltaría contar los miembros de mi partido y los del suyo, pero algo me dice que es pelea de león contra mono amarrado, y que los monos los pongo yo. Ojalá el tiempo no me de jamás la razón.

                                                  La única libertad que no enroncha en Barataria.

2 comments:

  1. De que se puede, se puede.Se puede, pero (siempre hay uno)se necesita una dosis de sentido común inmensa de la cual no creo que estemos provistos. Desmontar una dictadura es mas fácil de lo que la gente piensa siempre y cuando no se haga con los mismos extremos que la fundaron, la soga, el paredón, las lapidaciones. Seria como repetir mas de lo mismo.

    Dos cosas veo con mucha preocupación. La primera son los conflictos generacionales que pretenden buscar un chivo expiatorio y perder otros 50 abriles debatiendo de quien fue la culpa. Y la segunda, es la ceguera apática de no querer cortar el cordón umbilical con el Gran Hermano y seguir meneando las nalgas con aquello de "....tu llorando en la Habana y yo gozando en Miami...."

    No creo que los baratarios estemos listos para quitarnos las mascaras, perdonarnos las culpas y dejar que salga el Sol.

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  2. Se lo dije hace un tiempo al Havanero y lo repito: si el futuro político de Cuba depende de gente como esa señora que mencioné, yo sigo siendo disidente. DisidenteX2.

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¡Habla, pueblo de Aura!