Mi hija me da la noticia, entre curiosa y escandalizada. "Hannah Montana fuma hierbas, mamá. ¿Eso es malo?"
Dilema inminente que he de resolver sola porque Mariana deja la taza de café y se cruza de brazos esperando la respuesta. Se supone que la experta en hippiandades sea yo, y de nada me vale recordar a aquel pobre perrito de los muñequitos rusos que sale a preguntar si debe morder o no (Y dígame, ¿morder es bueno o es malo? ¿No sabe? No sabe...) porque no recuerdo cómo termina la historia.
Como rebelde de pura cepa y defensora de las causas perdidas y de las libertades individuales por peregrinas que sean tendría que responderle que no, que fumar salvia en una pipa y reírse un poco más que de costumbre no es malo, que un cigarrillo es decenas de veces más nocivo que un prajo, que la marihuana tiene propiedades curativas, que es absurdo que se le siga considerando una droga cuando por cualquier tontería un médico prescribe píldoras diez veces más fuertes. Podría añadir que, en todo caso, si fuera malo sería malo para quien lo consume, y que cada cual puede hacer de su capa un sayo mientras no dañe a alguien más, y que la regla incluye a los famosos.
Como adulta responsable tendría que responder que sí, que es dañino, sobre todo para los adolescentes que no tienen control sobre las estupideces que hacen. Tendría que contarle que es ilegal, que poseer hierba o comprarla es un delito y que además nunca se sabe cómo va a reaccionar el cuerpo cuando se somete a estupefacientes por lo cual lo mejor es mantenerse bien alejado de ellos.
Opto por la dorada línea media. Respondo que para un niño sí sería nocivo, de la misma manera en que el alcohol y la nicotina lo son. Añado que los periódicos suelen sacar de proporción las noticias, y que en todo caso Hannah Montana no es un ejemplo a seguir sino sólo una chiquilla más, que no por famosa está exenta de errores.
"Yo no pienso probar nunca hierba alguna"- me dice dándose la vuelta. "Ni siquiera suena bien, y estoy segura de que sabe peor". Mariana retoma su taza, complacida por esta vez, por más que sepa tan bien como yo que en unos años tendremos el conflicto en las manos y habrá que explicarlo de otra forma.
Como dicen los noruegos, "cada pena a su tiempo".
Sí, de acuerdo contigo en que los medios dan demasiada importancia a los "errores" de los famosos, ya sea una chiquilla o no. Por tanto, más idolatrados por cabezas huecas. Comparto también que la mayoría de los fármacos son más dañinos y de eso no se habla. Pienso que has tomado la solución más razonable... por el momento. Aunque creo, y esto es otra cara del mismo tema, que sería mejor que la legalizaran y así todos saldrían ganando.
ReplyDeleteCompletamente de acuerdo. El hecho de que fumarse un paquito sea delito a estas alturas del campeonato es sencillamente absurdo.
ReplyDeleteEh, lo de los piercings y los tatuajes, más bien entre los 18 y los 35. Algunos todavía andamos por esos mares.
ReplyDeleteLo importante es hablarle a los hijos con la verdad y tu lo hiciste. Ella se quedo satisfecha con tu respuesta.
ReplyDeleteY entre nosotros, que hipocresia con la hierba! No conozco a nadie que se haya muerto de una sobredosis, ni que haya matado a nadie manejando bajo su influencia, ni que haya enfermado mortalmente del higado por consumirla. Estoy segura que los legisladores le rien la gracia a sus hijos en cuanto, a la edad apropiada o antes, se toman el primer trago, Y luego no tiene ningun inconveniente en tomarse cuarenta whiscazos con ellos en las cenas familiares o con cualquier excusa.
Salomonica respuesta....Amen! Fumen!
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