Hace un tiempo, leyendo el blog de una compatriota, me llamó la atención que la joven en cuestión se llamara cubano-alemana, a pesar de haber nacido en Cuba y haber vivido allí hasta la adultés, según tengo entendido.
Quiero aclarar de entrada que no me parece mal, cada cual puede ser o llamarse lo que le dé la reverecundísima, sino sencillamente peculiar, de la misma manera en que me parece peculiar que Beatríz Valdés, la inolvidable bella del Alhambra, la que nos hizo llorar por adelantado nuestra juventud perdida con aquello de "Ya se va, aquella edad..." aparezca en su ficha actoral como cubano-venezolana. Y pienso en el Bola, que no llegó a ser cubano-francés...
Que los hijos de los que dejamos la Islita, nacidos en otras tierras, sean llamados cubano-españoles, cubano-americanos, cubano-chilenos, cubano-noruegos en mi caso, me parece lógico. Pero los que nacimos allá, seremos alguna vez otra cosa que isleños, baratarios de pura cepa, por más que nos crezcan las patrias adoptivas?
Yo, por mi parte, quiero seguir siendo cubana y sólo cubana, así de simple. Y no me gusta el vino de plátano, pero me encanta el fufú con mojo, que no es lo mismo, pero es igual.
No es que haga falta decirlo, pero por si las moscas. Fabelo.
Fabelo, Favelas, Fabadas...Supongo que escribes sobre una chica con apellido tan germano como la capital de su patria adoptiva...Yo, igual entiendo que cada cual quiera adoptar patrias, ciudades o cualquier otro rincón que les de la gana. La libertad también es eso.
ReplyDeletePor mas que me han empujado para que acepte el cartel de "cubano-americano"... no me va, no es mio, no lo quiero. En los 12 abriles y días que llevo viviendo fuera de la isla admito que puedo vivir en cualquier ciudad del mundo mundial y que mi sentido de pertenencia era verde y se lo jamo Panfilo. Que mi hijo sera americano y yo como el Bola, seguiré siendo de Guanabacoa.
Quizás piensen que si se ponen doble nacionalidad tienen más charm? Vaya es como tener doble apellido!
ReplyDeleteSi, de esa misma estoy hablando. El apellido germánico es parte de un pseudónimo, creo, pero igaul, es su elección.
ReplyDeleteYo, como Phil Lynott: Si en Noruega, digo que soy de Cuba.Si en Cuba, digo que soy de Oriente. Si en Oriente, digo que soy de Manzanillo. Si en Manzanillo digo que soy de la Cruz.
Hola: llegué acá por Havanero en Ny y a Hav. en NY, no sé cómo, y he estado en estos días leyendolos. Yo, soy de las típicas que me digo cubana y mexicana, aunque admito que decir que soy lo segundo, la mayoria de los casos responde a cuestiones formales, por el uso de su pasaporte. Sin embargo, siendo franca, me siento con mucho de mexicana, lo cual no creo contradictorio, pues más del 80% de mi vida adulta, lo viví en ese país, y cuando me cambié a Chile, me di cuenta que no extrañaba a Cuba y que sí extrañaba a México. En méxico, además, fue donde estudié, donde nacieron mis primeros hijos, donde conoci a mi actual pareja, etc.
ReplyDeleteSin embargo, si hay algo que tengo claro, es que esas nacionalidades son prestadas y como tales, tu relación con ellas depende de la intensidad que le pongas al asunto; no son naturales, pues. es decir, a mi me preocupa mucho y me duele el dia día de México pero estoy conciente que nunca podré entender el sentido común mexicano a cabalidad, porque llegué tarde a ello. después de 10 años, nunca supe bien cómo pensaba un mexicano y aunque hubiera estado 20 años,tampoco lo habria sabido.
Pero de Cuba tampoco, pues a medida que más me acerco, más me siento alejada.
en fin, muchos saludos y sigo hurgando por acá