“But Paris was a very old city and we were young and nothing was simple there, not even poverty, nor sudden money, nor the moonlight, nor right and wrong nor the breathing of someone who lay beside you in the moonlight.”

E. Hemingway.
"París era una fiesta"


Sunday, 18 January 2015

Cazabrujos de doras

"Los hombres ya no regalan flores porque las mujeres las rechazan como si fuera un veneno alergénico".

Me encantaría decir que no es cierto. Me encantaría negarlo categóricamente con una frase a lo Oscar Wilde como "¡paparruchas!", o borrarlo del mundo con un dejo de la mano cual si fuera un moscardón, pero no puedo; es una verdad enorme y triste como los vientres aventados de los niños con lombrices intestinales, una verdad como un aura tiñosa, negra y descarnada y viciosa.

Hace un tiempo leía en un diario a una filósofa danesa que advertía sobre los peligros de las desmasculinización. "Si ocurre un desastre global, tendremos que regresar a los viejos patrones; los hombres son físicamente más fuertes que las mujeres, los necesitaremos a ellos para protegernos y lo harán, siempre y cuando no los hayamos despojado del todo de ese instinto, en el interín", decía la buena mujer, en medio de un coro de calcirojas que renegaba de ella y de su razonar porque evidentemente no habrá catástrofe global alguna, al menos no ahora, y para cuando ocurra ya la reinante raza de princesos habrá ideado una forma de aparentar que son hombres.
Recuerdo que algunos de los comentarios me trajeron a la mente aquel lamentable discurso del Insepulto en Jefe, prescindiendo de los "apátridas": "¡No los queremos! ¡No los necesitamos!", lo que confirma que la retórica de un extremista es siempre la misma, háblese de menstruaciones o de zafras utópicas.

Vivimos los tristes tiempos en que un piropo es considerado acoso sexual. Nos queda meter en una botella a los que aún creen que una mujer es para enamorarla, y hacer con ellos una cocuyera que nos alumbre las noches largas del feminismo, tan y tan negras.

2 comments:

  1. Leí el tema de la posible prohibición de los piropos hace unos días, no le hice mucho caso porque es -casi- lógico que suceda en España, país de trasnochados demiurgos y gilipollas comemierdas a pares, pero creo que la cosa va en serio. ¿qué será lo próximo? ¿a qué nivel de censura llegaremos? ¿prohibirán amamantar bebés en sitios públicos? ¿prohibirán la poesía? Ya me veo comiendo coños a escondidas de la ley.
    Aunque usted de prohibiciones seguramente sabe más que yo.

    ReplyDelete
  2. Por desgracia. Sin embargo, y a pesar de haber probado casi todas las variantes de la censura, en el trópico aún no llegamos a esta. El día que ocurra habrá que apagar el Morro.

    ReplyDelete

¡Habla, pueblo de Aura!