“But Paris was a very old city and we were young and nothing was simple there, not even poverty, nor sudden money, nor the moonlight, nor right and wrong nor the breathing of someone who lay beside you in the moonlight.”
E. Hemingway.
E. Hemingway.
"París era una fiesta"
Tuesday, 30 April 2013
H es de histeria
Monday, 29 April 2013
Sin libros en sus estantes
Oslo se llena de gitanos.
Son prietos y feos y se visten con trapos oscuros y estorban al pasar y meten sus manos sucias debajo de las narices de los paseantes y exigen más que piden y ocupan una vivienda tras otra y son desalojados una y mil veces y se asientan en los parques y lo ensucian todo y roban cuanto pueden y fingen paraplegias y tocan los violines más desafinados del mundo y miran con unos ojos negros que te preguntan en romaní cómo es que puedes tú, Juan Con Todo apresurado de latte humeante y iPhone activo, no dolerte de su avieso destino.
La derecha pide que se prohíba mendigar de una buena vez. La izquierda desaprueba, ¿qué será entonces de los junkies? Y la demagogia, que no conoce partidos, sonríe.
Mientras tanto, sigue lloviendo, y yo he recordado a aquel menesteroso Vinajera de los cuentos de mi padre, que recorría el pueblo con una escudilla en una mano y en la otra un cucurucho de papel con la que amplificaba su letanía contradictoria:
"Advertimos que pedir no se puede. En nombre de la estrella, y del Cristo crucificado."
Son prietos y feos y se visten con trapos oscuros y estorban al pasar y meten sus manos sucias debajo de las narices de los paseantes y exigen más que piden y ocupan una vivienda tras otra y son desalojados una y mil veces y se asientan en los parques y lo ensucian todo y roban cuanto pueden y fingen paraplegias y tocan los violines más desafinados del mundo y miran con unos ojos negros que te preguntan en romaní cómo es que puedes tú, Juan Con Todo apresurado de latte humeante y iPhone activo, no dolerte de su avieso destino.
La derecha pide que se prohíba mendigar de una buena vez. La izquierda desaprueba, ¿qué será entonces de los junkies? Y la demagogia, que no conoce partidos, sonríe.
Mientras tanto, sigue lloviendo, y yo he recordado a aquel menesteroso Vinajera de los cuentos de mi padre, que recorría el pueblo con una escudilla en una mano y en la otra un cucurucho de papel con la que amplificaba su letanía contradictoria:
"Advertimos que pedir no se puede. En nombre de la estrella, y del Cristo crucificado."
Saturday, 27 April 2013
Sofía sin ángel
Hace un par de días comentaba con una amiga lo gracioso que me parece que existan lugares con el mismo nombre, sobre todo cuando tienen siete mares de por medio. En Méjico, por ejemplo, hay una ciudad llamada Manzanillo. Texas tiene un París, la Guinea Ecuatorial una Zaragoza, y España, Chile y Cuba sus Santiago.
Cuando yo era pequeña escuchaba hablar de un lugar cercano a mi ciudad, llamado Sofía, que imaginaba cubierto de enormes rosas amarillas, mantones multicolor y huevos decorados. Recuerdo aún lo desconcertantes que me resultaban los pies polvorientos y la piel prieta de los que de allí llegaban, lo injustificable que me parecía su pobreza, lo irreconciliable con mis fabulaciones.
Años más tarde supe que Sofía el nombre de un central, y por tanto del pueblito que lo rodeaba. Por la época en que yo lo imaginaba estallando en ensaladillas, era ya un antojo del olvido con apenas un centenar de habitantes chapoteando en los charcos grandes de la miseria.
Creo que lo mejor que le pasó alguna vez a Sofía fue que yo lo pensara. Y es un consuelo muy pobre, éso.
Cuando yo era pequeña escuchaba hablar de un lugar cercano a mi ciudad, llamado Sofía, que imaginaba cubierto de enormes rosas amarillas, mantones multicolor y huevos decorados. Recuerdo aún lo desconcertantes que me resultaban los pies polvorientos y la piel prieta de los que de allí llegaban, lo injustificable que me parecía su pobreza, lo irreconciliable con mis fabulaciones.
Años más tarde supe que Sofía el nombre de un central, y por tanto del pueblito que lo rodeaba. Por la época en que yo lo imaginaba estallando en ensaladillas, era ya un antojo del olvido con apenas un centenar de habitantes chapoteando en los charcos grandes de la miseria.
Creo que lo mejor que le pasó alguna vez a Sofía fue que yo lo pensara. Y es un consuelo muy pobre, éso.
Thursday, 25 April 2013
Oslo calling to the underbush
Por este medio se le comunica a las alepheadoras, las que apochapan, las que hacen lo que le apetece pues para eso son ofelias, las que escriben su diario con m y las que están locas por acabar de caer en el tanque de caramelo hirviendo y convertirse en una chambeloncita -y por demás a cualquier otra hija de Lilith que quiera unirse al experimento- que en el momento en que se decidan a hacer una de estas escapadas pueden contar conmigo, no hasta dos ni hasta diez sino contar conmigo, y que a propósito conozco un par de bosques que nos vendrían de perlas.
Chiflen, no más.
Chiflen, no más.
Tuesday, 23 April 2013
A través del río y entre tus piernas
Aprovecho que es el Día del Libro para quererte en voz alta y pasar por cortés.
Por cierto, acabo de ver esto, y te juro que en mi vida había tenido tantas gatas de echar a latigazos a una infeliz del regazo de alguien. Eso, o enseñarle a hacerlo como Dios manda. Escoge.
Por cierto, acabo de ver esto, y te juro que en mi vida había tenido tantas gatas de echar a latigazos a una infeliz del regazo de alguien. Eso, o enseñarle a hacerlo como Dios manda. Escoge.
Saturday, 20 April 2013
Good omens
Esta semana ha sido para tener la compasión en la orilla de los ojos, para preguntarme y no responderme al menos dos veces al día a dónde irá a parar esta mierda de mundo y refugiarme en el de Euchrid Eucrow, que me parece sano y agradable en comparación. Ni siquiera la lluvia constante me ha consolado de estar viva, y eso ya dice mucho.
Hoy, sin embargo, he descubierto que si tiene una un sueño veddiano y además sigue un rastro vicioso de polillas abiertas de piernas con curiosidad de gato y los ojos muy abiertos, puede encontrar un universo olvidado. Y eso tiene que ser una buena señal.
Keep on playing, dear Prudence.
Hoy, sin embargo, he descubierto que si tiene una un sueño veddiano y además sigue un rastro vicioso de polillas abiertas de piernas con curiosidad de gato y los ojos muy abiertos, puede encontrar un universo olvidado. Y eso tiene que ser una buena señal.
Keep on playing, dear Prudence.
Friday, 19 April 2013
Formas de volver a casa
Las abejas, el aliento helado, el dulce de naranjas, los pregones, el jabón basto, los totíes, los tractores, el musgo, las chimeneas, el sofrito, las baldosas, el melao, las almejas, las palmas reales, los charcos, el Old Spice, los crucifijos, las gardenias, los tibores, los almendros, los lápices, las máquinas de escribir, los piñones, el café, el bigote de Juanito, las pasas en ron, las temperas, los murciélagos, las persianas "Miami", las motocicletas con sidecar, los ingenios, los patines, el alcanfor, los caramelos de colores, el Benny, los palos de canela, las lámparas de luz fría, los bancos de mármol, las auras tiñosas, los carriles ferroviarios, el trigo, las camisetas blancas, el regaliz, los libros forrados, "¡Ay, coño!" dicho con énfasis en medio de un orgasmo o en medio de un apagón, los libros de cocina, los rosarios, los despertadores de plástico amarillento, los balances, los aguaceros, la tinta china, las lagartijas, los cuentos de Gorki, las ventanas enrejadas, la albahaca, los flamboyanes, los toneles, y el mar.
Thursday, 18 April 2013
Wednesday, 17 April 2013
No hacen falta alas
—¡Mira cuántos cisnes!
—Muchos. Por estos días son legión.
—Me encantan los cisnes. ¿Sabías que son monógamos?
—Lo sabía, sí.
—¿No es curioso? Una pareja de pájaros que dura toda la vida.
—También las gaviotas son monógamas.
—¿Sí? Pues no tenía ni idea. También, no puede uno comparar...
Por supuesto que no. A mí nada más se me ocurre mencionar los hábitos maritales de un pájaro tan proletario, tan chusma, tan bandolero, tan jorgeamádico como es una gaviota, en una conversación que va de cisnes, gloria e inspiración de cuadritos kitsch y poemas mierderos, Murakamis de la naturaleza. He de enmendarme.
—Muchos. Por estos días son legión.
—Me encantan los cisnes. ¿Sabías que son monógamos?
—Lo sabía, sí.
—¿No es curioso? Una pareja de pájaros que dura toda la vida.
—También las gaviotas son monógamas.
—¿Sí? Pues no tenía ni idea. También, no puede uno comparar...
Por supuesto que no. A mí nada más se me ocurre mencionar los hábitos maritales de un pájaro tan proletario, tan chusma, tan bandolero, tan jorgeamádico como es una gaviota, en una conversación que va de cisnes, gloria e inspiración de cuadritos kitsch y poemas mierderos, Murakamis de la naturaleza. He de enmendarme.
Demoras
Hay canciones que necesariamente van en la categoría de "yo no sé para qué...", y esta es una de ellas, pero es que también Lucía, y hoy no.
Friday, 12 April 2013
Moaning low
—Ahí va la mujer del vecino del pastor alemán— ha dicho Mariana. Y yo, enredada en la lengua de Kundera, he pretendido ignorarla, pero ya se sabe lo insistente que puede ser esta criatura.
—Digo que ahí va la mujer del vecino— ha repetido.
—¿Y?
—Va mirando de soslayo, encorvada, con las manos en los bolsillos y una palidez que deja chiquito al invierno. Y, además, se ha teñido el pelo de rojo.
—¿Y?
—Nada, que he recordado que hace un año, cuando se mudó con él, era toda sonrisas y macetas y botes de pintura y canturreos, como cualquier mujer de bien que fornica a menudo y felizmente, mientras que ahora se parece a la otra, a la que había antes. Tiene el mismo color de pelo, la misma expresión y el mismo andar de gata apaleada que tenía la otra antes de desaparecer— ha explicado balanceando levemente una pierna, como quien habla del tiempo. — A lo mejor las está encogiendo y metiendo en frascos de formol que guarda en el desván...
—Estás loca—he replicado mientras regresaba al libro.—Además, si así fuera, tú y yo no tenemos que ver con ello.
—Pues no, pero es bueno tenerlo en mente, por si alguna vez se va la electricidad durante una tormenta y hay que ir a pedirle ayuda a él.
En Noruega las vicuñas son más comunes que los apagones y, de necesitar ayuda, me bastaría apretar un botón del sistema de alarma. Pero eso lo voy a pensar mañana, esta infeliz sabe cómo meterme el miedo en el cuerpo.
I need the whip of thunder and the wind's dark moan
Cambio cinco canciones, dos cuentos y una bolsita de recuerdos apolillados por un aguacero que deje gorriones muertos en el alero y arrastre gatos colina abajo. Cualquier gato aplica.
Thursday, 11 April 2013
Me veo claramente
He encontrado aquí este dibujín, y la sonrisa se me ha escapado y se ha puesto a silbar, porque es tan parecido a mí que no cabe hacer otra cosa. Milagrillo de miércoles.
Tuesday, 9 April 2013
Pisa con garbo
"Por todo Paris busco el automóvil gris de mi hombre", cantaba mi tía frente al espejo de su boudoir, imitando la lengua gruesa y las maneras lascivas de la Montiel, mientras se acicalaba para salir con su galán, un cincuentón simpático dueño de un Oldsmobile asmático de asientos grandes y verdes. Y yo me reía sin asomo de burla, hechizada por los vapores del talco y el brillo del satén, pulía mis uñas con su polissoir y me probaba los sostenes con ballenas que aún guardaba en la última gaveta de la cómoda.
Y en las tardes lluviosas y eternas de los domingos de mis trece años, se nos podía ver a las dos, sentadas frente a aquel televisor tan ruso y tan blanquinegro, esperando a que empezara por enésima vez "La Violetera" y el pregón le devolviera a la vida algo del encanto iluso del pasado que para mí ni siquiera había sido.
Sarita -que así le decíamos en Cuba, porque si algo tenemos los taínos es cariño y trato confianzudo- se volvería luego en España ícono de lo ridículo, pero en Cuba, para la mayoría y gracias a la divina circunstancia del agua por todas partes y la falta de prensa del corazón, todavía es la mujer despampanante que canta un último cuplé desde una pantalla en la que aún es domingo, y llueve.
Y en las tardes lluviosas y eternas de los domingos de mis trece años, se nos podía ver a las dos, sentadas frente a aquel televisor tan ruso y tan blanquinegro, esperando a que empezara por enésima vez "La Violetera" y el pregón le devolviera a la vida algo del encanto iluso del pasado que para mí ni siquiera había sido.
Sarita -que así le decíamos en Cuba, porque si algo tenemos los taínos es cariño y trato confianzudo- se volvería luego en España ícono de lo ridículo, pero en Cuba, para la mayoría y gracias a la divina circunstancia del agua por todas partes y la falta de prensa del corazón, todavía es la mujer despampanante que canta un último cuplé desde una pantalla en la que aún es domingo, y llueve.
Monday, 8 April 2013
Rueda
Los lunes son de lucidez insoportable.
Es siempre lunes cuando me doy cuenta de que bebo demasiado café, demasiado vino, e incluso demasiada agua en mitad de la noche; de que las gardenias han comenzado florecerme; de que hay que pintar la verja; de que el pelo anda llenándolo todo; de que he soñado con un Raúl Campos humano acostado plácidamente en mi cama por culpa de Silvio; de que olvido siempre lo de las etiquetas; de que le he hecho una oreja de gato a Kundera, y es de la biblioteca; de que me duelen los pies de tanto extrañar el mar.
Una herejía, los lunes.
Es siempre lunes cuando me doy cuenta de que bebo demasiado café, demasiado vino, e incluso demasiada agua en mitad de la noche; de que las gardenias han comenzado florecerme; de que hay que pintar la verja; de que el pelo anda llenándolo todo; de que he soñado con un Raúl Campos humano acostado plácidamente en mi cama por culpa de Silvio; de que olvido siempre lo de las etiquetas; de que le he hecho una oreja de gato a Kundera, y es de la biblioteca; de que me duelen los pies de tanto extrañar el mar.
Una herejía, los lunes.
Saturday, 6 April 2013
Thoreause
If a woman does not keep pace with her companions, perhaps it is because
she hears a different drummer. Let her step to the music which she hears,
however measured or far away.
Walden, revisted.
Walden, revisted.
Friday, 5 April 2013
Dogma
Dura es la nuez del saber, pero retroceder no es nuestro modo. Para romperla hay que ver: quiero LEERLO todo.
Monday, 1 April 2013
El coco
—Se ha muerto Paco-Paco— me cuenta mi madre.
He recordado inmediatamente su cabeza rapada, sus pies polvorientos, su lengua despavorida de improperios tartamudos, su saco constelado de parches y sus ojos dementes, y he recordado a su perro Diosmelibre, que parecía tan loco como el dueño. Pero lejos de evocar el terror que me producía que amenazaran con llamarlo si no terminaba aquel infame vaso de leche que me obligaban a beber tras cada comida, me he llenado de nostalgia. El eco penitente de su letanía es también mi niñez.
Pacopacopacopaco...
He recordado inmediatamente su cabeza rapada, sus pies polvorientos, su lengua despavorida de improperios tartamudos, su saco constelado de parches y sus ojos dementes, y he recordado a su perro Diosmelibre, que parecía tan loco como el dueño. Pero lejos de evocar el terror que me producía que amenazaran con llamarlo si no terminaba aquel infame vaso de leche que me obligaban a beber tras cada comida, me he llenado de nostalgia. El eco penitente de su letanía es también mi niñez.
Pacopacopacopaco...
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