“But Paris was a very old city and we were young and nothing was simple there, not even poverty, nor sudden money, nor the moonlight, nor right and wrong nor the breathing of someone who lay beside you in the moonlight.”
E. Hemingway.
E. Hemingway.
"París era una fiesta"
Friday, 12 April 2013
Moaning low
—Ahí va la mujer del vecino del pastor alemán— ha dicho Mariana. Y yo, enredada en la lengua de Kundera, he pretendido ignorarla, pero ya se sabe lo insistente que puede ser esta criatura.
—Digo que ahí va la mujer del vecino— ha repetido.
—¿Y?
—Va mirando de soslayo, encorvada, con las manos en los bolsillos y una palidez que deja chiquito al invierno. Y, además, se ha teñido el pelo de rojo.
—¿Y?
—Nada, que he recordado que hace un año, cuando se mudó con él, era toda sonrisas y macetas y botes de pintura y canturreos, como cualquier mujer de bien que fornica a menudo y felizmente, mientras que ahora se parece a la otra, a la que había antes. Tiene el mismo color de pelo, la misma expresión y el mismo andar de gata apaleada que tenía la otra antes de desaparecer— ha explicado balanceando levemente una pierna, como quien habla del tiempo. — A lo mejor las está encogiendo y metiendo en frascos de formol que guarda en el desván...
—Estás loca—he replicado mientras regresaba al libro.—Además, si así fuera, tú y yo no tenemos que ver con ello.
—Pues no, pero es bueno tenerlo en mente, por si alguna vez se va la electricidad durante una tormenta y hay que ir a pedirle ayuda a él.
En Noruega las vicuñas son más comunes que los apagones y, de necesitar ayuda, me bastaría apretar un botón del sistema de alarma. Pero eso lo voy a pensar mañana, esta infeliz sabe cómo meterme el miedo en el cuerpo.
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Magnífica síntesis en un relato, y con diálogo, que tiene más mérito. Siempre nos deja pensando más lo que se sugiere que lo que se cuenta.
ReplyDeleteAgradecimientos gatunos; viniendo de tí el elogio cuenta por dos.
DeleteMuy!
ReplyDelete¡Pero tú más, volvoreta!
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