Este animado mostraba una cultura aún más lejana a la nuestra que la eslava: la esquimal.
Chamanes, tambores encantados, tiendas hechas de pieles de renos, la fuerza bruta de la naturaleza representada en el monstruoso Tungak y el agudo y despiadado viento del Norte, la esperanza de la llegada de la primavera como aliciente para la vida y, una vez más, la fe en el hombre y lo que puede lograr si se lo propone.
Este es uno de los que tengo grabados en la memoria.
ReplyDeleteLos cuervos saliendo de la cueva de Tungak. Para mi era lo más impresionante de todo el muñequito, me helaban el alma. (De una manera riquita, que conste, no hay nada más sabroso que morirse de miedo con una película.)
ReplyDeleteY cuando salía el viento llamando a Tungak??? Esa era la parte que más miedo me daba.
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