“But Paris was a very old city and we were young and nothing was simple there, not even poverty, nor sudden money, nor the moonlight, nor right and wrong nor the breathing of someone who lay beside you in the moonlight.”

E. Hemingway.
"París era una fiesta"


Thursday 6 October 2011

Mater

Hoy me han comentado sobre una mujer de mi edad, que vive sola en un pueblo del Norte de Noruega con sus seis hijos, el mayor de los cuales tiene la edad de mi niña, once años revoltosos.

"Hay que ver lo bien que se apãna con los niños", me han dicho. "Siempre tranquila, no la verás nunca molesta. Incluso tiene tiempo para arreglarse, se maquilla a diario y ahora se ha teñido de rubio platino. Está contenta con su vida, así de simple."

No pienso ponerlo en tela de juicio, hay tantas maneras de ser feliz o miserable como gente para sentirlo, y si la de esta chica es así, me parece muy bien.

Por otra parte, no puedo decir que la envidio. Parirle seis hijos a un granjero ignorante y zafio que aprovecha la más mínima oportunidad para cruzar la frontera e irse putas con adolescentes rusas para luego alardear de ello cuando se emborracha y aducir como excusa lo poco excitante de la vagina de su mujer después de tantos partos, no es mi idea de la felicidad.

Recibir visitas de trabajadores sociales porque los niños apenas saben hablar o porque el padre les pega o porque parecen malnutridos, no es cosa que me de risa.

Quedarse luego sola con ellos después de pasar por un divorcio más que desagradable, tener la responsabilidad moral de hacer de seis criaturas personas de bien, no es algo por lo que quisiera pasar.

Pero claro, eso digo yo ahora. Quizás una melena rubio platino me haría  verlo todo más bonito.

11 comments:

  1. je, capaz que haberse librado del granjero, sea ya motivos suficientes para andar feliz de la vida. Mi suegra tuvo una historia un poco así. Y bueno, si bien le salió bien y ya tiene hijos grandes y estudiados y etc., los traumas al final cuesta mucho sacarlos. Lo mejor, es no vivirlo. Besos de jueves, guardarraya

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  2. por cierto, veo que usted no cuenta con palabras de verificación, algo que se agradece. Así que voy a quitar las mías, aunque me lleguen anuncios que no me interesen

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  3. Yo creo fírmemente que salir de esa mierda de matrimonio ha sido un alivio para ella. Pero la carga que le ha quedado, si bien querida, es de ampanga. Si es difícil criar uno en compañía, imagínate cómo será hacerse cargo de seis sola íngrima, como decía Juan Primito.

    Las palabras de verificación me sacan de quicio cuando visito otras casas, y pensé que a lo mejor a ustedes les pasaba lo mismo cuando venían acá, así que las eché a volar. Hasta ahora, cero spam.

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  4. pues haré lo mismo. es más, me ha pasado varias veces que se me quedan comentarios al aire, porque olvido poner la palabra. Ya después si la cosa se pone mala, las vuelvo a poner.

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  5. Ahora que ya no hay palabras de verificacion se me ocurre proponerles un negocito...tengo un primo multimillonario en N igeria que te envia 300 millones con el cirujano unisex que viene la semana proxima cargado de pastillas azules. ..vaya, un spam "todo incluido"
    Oye, para mi toda madre que se haga cargo de mas de un chama, es una fiera. En seis chamas hay tres por lo menos que tienen que ser muy rapidos o se j...

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  6. La verdad que por muy bien que se las apañe, no la debe tener fácil la vikinga con tantos niños. Al menos salió del marido. Quién te viera con una melena rubia platino????

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  7. Ni de coña, el día que me veas de rubia notifica a la milicia porque no soy de confiar.

    Yo sé de gente que tienen un hato de hijos y viven felices y comen perdices, pero tienen una situación sentimental completamente distina, una economía estable y la cabeza funcionando al mismo tiempo que el corazón, y no es el caso.

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  8. Tanta gente que dice ser feliz, como lo manifiesta. Pero...al cerrar las puertas y ventanas esos hogares tienen otro rostro. He conocido gente de mil máscaras, en los niños se manifiesta la verdad de esos hogares y el tiempo dirá.

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  9. Tienes razon Belkys..esas fotos tan comunes en mi barrio de las familias felices y todos peinaditos con sus trajecitos domingueros...dime de que presumes.

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  10. Una cosa es ser feliz y otra aparentarlo. Yo conozco gente que no juega al escondido consigo misma, que tiene amor y dinero como para darse el lujo de tener los hijos que quieran, y cuyos hijos, a quienes también conozco bien, son niños perfectamente normales y saludables.

    Es un poco aquello de "tener no es signo de malvado y no tener tampoco es prueba de que acompañe la virtud" que decía mi calvo. Hay gentes y gentes, hijos e hijos.

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