He bajado al vestíbulo y me he encontrado allí, quitándose un par de popis sucios como la conciencia de un padre cura, a un chiquillo que no recuerdo haber visto antes. "Hola", he dicho, y él ha mascullado algo parecido a un saludo. Luego ha subido las escaleras y se ha metido en el cuarto de mi hijo.
Mi abuela solía decir que "hay gente que es como los gatos". Supongo que se refería a esta criatura.
LLego a la dolorescencia? se te vienen arriba unos añitos complicados, valor y al toro..
ReplyDeleteEso es lo peor: no llegan a los diez años ni levantan tres palmos del piso.
ReplyDeleteEn mi barrio el autista funcional esta que da al cuello. Mi hija, que saluda apenas llega a un lugar, que se rie todo el tiempo, que trata de hablar con otros chamas, es un bicho raro. Y yo sufro cada vez que me mira como diciendo: "ves? lo que tu me dices no funciona, no funciona"
ReplyDeleteJulio, al mio de 5 abriles le pasa lo mismo. En las tiendas, cuando le entregan algo, yo le digo al niño..."papi, que se dice?" el mira a la persona y le da las gracias en voz alta, hemos recibido muchas sonrisas a cambio pero igual alguna que otra mirada sospechando de la salud mental de la criatura y sus padres....mundo frio y despues hablan del "calentamiento global".....
ReplyDeleteAunque aparentemente no funcione, los prefiero así, niños que saluden, den besos , las gracias y abracen a otros niños. Con el tiempo irán cambiando y se convertirán en adolescentes mudos y que miran con aire de superioridad. Pero no fuimos todos un poco así???
ReplyDeletePor cierto y hablando de gatos, Zappa qué?
ReplyDeleteAhí, en su Cuba, cogiendo impulsos para el invierno, tú sabes que su capacidad de joder es directamente proporcional al frio.
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