Respondo aquí porque me parece más válido y porque quiero darle la oportunidad de expresarse en público y en una entrada acorde con sus preocupaciones. Me doy cuenta de que sería contraproducente debatir el carácter de ésta casa entre canciones de Benny Moré y el bacalao de la Bellucci. Espero que se anime a opinar, que para eso estamos.
Éste blog no es más que el reflejo de dos cabecitas: la de Mariana, loca de atar desde que el mundo es mundo y que sin embargo sabe sus cosas y la mía, que a veces no anda muy católica pero que sigue firme sobre los hombros. Aquí contamos lo que nos conmueve, lo que nos alegra, lo que nos molesta, de la manera que mejor sabemos y sin otro ánimo que el de "ventear" esa parte de nuestra vida que tolera la luz pública. Sin complejos, sin compromisos impuestos, suavecito y con calma.
Decía Hemingway -culpable al parecer de que no todas las barbas me desagraden- que un artista debe al lugar que mejor conoce el destruirlo o perpetuarlo. Yo no soy una artista, pero me aplico la máxima. La Cuba que cuento, aquella a que me refiero tan a menudo, es la que me tocó, la que extraño a diario, la que quiero siempre.
Conozco muy bien los males que la aquejan -y esto lo digo con autoridad, porque los veo con mis propios ojos cada año- pero prefiero contar sus risas. Así de simple.
Por supuesto. Lo maravilloso de este melao es que todo el mundo puede meter el dedo y contar su historia. Dos, incluso.
ReplyDeleteDe acuerdo contigo. Para mí que piensan que ser cubano es andar todo el tiempo recomiéndose el hígado. Hay muchas cosas de las que dolerse, pero también hay cosas por las que alegrarse. Y ojalá siempre fueran más.
ReplyDeleteBravo Guarda!
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