Estos señores pornógrafos no dejan de enternecerme. Yo los ignoro y los ignoro y a veces incluso los bloqueo, y ellos encuentran siempre la manera de volver a mi con sus dulces propuestas. A veces me da vergüenza rechazarlos, pero la verdad es que para querer un pene más grande en primer lugar hace falta tener uno.
Perrerías de la vida, qué se le va a hacer.
El que quiere vendecirme el babalao? Pues no, parece que Mariana lo espantó.
ReplyDeleteAcabo de percatarme de que escribí "Perrerías, de la vida, qué le vamos a hacer." O sea, que ahora soy Julia Osendi. Y tú leyendo y sin decir nada!
ReplyDeleteEso de ser Julita Osendi es de lo peor, así que ve mejorando!
ReplyDeleteDícelo a Mariana, que anda ensayando ante el espejo un juego Industriales-Villa Clara...
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