El primer gatocafé de Europa acaba de ser inaugurado en Viena, y el Marianogato y sus dueñas andan ya haciendo planes para cuando llegue la moda a Oslo. Imagínen qué chulería, un lugarcito sabrosón, con calor de lumbre y ronroneos sordos, mientras afuera hielan los céfiros. ¡Hurra!
Meow!
ReplyDeleteY prrrrr!
ReplyDelete