“But Paris was a very old city and we were young and nothing was simple there, not even poverty, nor sudden money, nor the moonlight, nor right and wrong nor the breathing of someone who lay beside you in the moonlight.”

E. Hemingway.
"París era una fiesta"


Saturday, 27 August 2011

Mort

Pasa unas veces más lejos, otras más cerca. La escuchas en la voz de los padres que envejecen lejos y hablan de ella a la ligera, como si no importara, cuando saben que sabemos que sí. La ves en los sillones vacíos que dejan los abuelos, en el tiempo libre que de repente se nos queda entre las manos. La sientes en los abrazos de los amigos, un poco más demorados que de costumbre, como queriendo proteger y protegerse.

Está en escalofrío que te recorre la espalda cuando fallas un escalón; en la mano enjabonada que recorre el pecho buscando, buscando; en el auto que te pasa en la curva justo cuando un camión se aproxima en dirección contraria.

Es inevitable, y por cada día que pasa te sientes más cerca, más a su merced. Sabes perfectamente que no es lo que le pasa sólo a otros, ni sólo a los que se lo merecen, ni a sólo a los enfermos, ni sólo a los que la buscan, y poco puedes hacer para domar el desboque del corazón cuando la piensas.

Gaiman la describe como un batir de alas, tibio y lleno de alivio. Ojalá.




5 comments:

  1. Que sí: tan cerca siempre y querida tan lejos

    ReplyDelete
  2. Te acuerdas de un cuento de Onelio Jorge Cardoso que aparecía en el libro de lecturas de séptimo grado, "Francisca y la Muerte"? A veces creo que esa sería una buena solución, tener tanto que hacer que la Muerte se canse de esperarte y se largue por donde vino...

    ReplyDelete
  3. Sí que me acuerdo, Guardarraya. De hecho, me lo acabas de recordar.Es una muy buena filosofía de vida

    ReplyDelete
  4. Por cierto, has visto esto? Mira que buena historia esta: http://an-ro.blogspot.com/

    ReplyDelete
  5. Ese cuento de Francisca y la muerte es una gran moraleja. Siempre me imaginaba a Fracisca como mi abuela, una mujerona alta y fuerte con el pelo blanco y que no paraba en todo el día.

    ReplyDelete

¡Habla, pueblo de Aura!