El diario de hoy bien podría datar de 1940.
Se habla de judíos muertos, de ataques a sinagogas, se publican artículos pro y antisemitistas, se habla de la necesidad de proteger a esa minoría, protegerlas de un monstruo que avanza a paso seguro, que está ahí, a 50 millas, en Copenhague, que es decir en Oslo, aquí, ya.
Mientras tanto, la mayoría a la que pertenezco yo, a la que pertencía Finn Nørgaard, a la que pertenecen los policías heridos en Dinamarca, siente el miedo, y la impotencia, y la rabia de no saber a qué soldado le tocará morir ahora en esta guerra avisada que pretende quitarnos la voz, mientras nos acostumbramos a vivir rodeados de metralletas listas para cambiarnos la vida.
Con la diferencia, claro, de que nosotros no tenemos a un Netanyahu exhortando al Aliyah que, de llevarse a cabo siquiera mínimamente, costaría a los palestinos lo poco que queda de su nación. Ni lo queremos.
Lo del ataque a la sinagoga , es como cuando el atentado a Charlie Hebdo, que despues atentaron en un supermercado judio, casualidad, hubieran atentado igualmente si no hubieran habido cerca sinagogas, o supermercados como ese, esta gente van en contra de todo dios, nunca mejor dicho, que no sea el de ellos , claro esta
ReplyDeleteMe documentare sobre Finn Nogaard , siento no escribir bien el apellido .
Desgraciadamente, esa filosofía de "ustedes y nosotros" les es tan natural a los judíos como a los islamitas. Ambos grupos están convencidos de tener a Dios cogido por las barbas. Harta de todos, eso estoy.
ReplyDeleteEsa filosofía le es natural no sólo a judíos y musulmanes, también lo es para cristianos en todas sus variantes, blancos y negros, orientales y occidentales, izquierdistas y derechistas... Pero lo peor es cuando un grupo quiere imponer su filosofía, religión o ideología a base de la fuerza y el terrorismo y en eso, los judíos, afortunadamente, andamos bastante atrasados.
ReplyDeleteEstoy completamente en desacuerdo. Adueñarse del territorio de otros a base de sangre y brutalidad aduciendo un ridículo derecho divino no sólo cuenta como terrorismo sino que es el terror en su máxima expresión. Bombardear un hospital en Gaza es tan bestial como decapitar a un rehén, y en eso el gobierno israelí va, desafortunadamente, muy a la delantera.
DeletePor cierto, hace unos días he leído "Noches en Gaza", un libro terrible e inevitable, el último que ha publicado Mads Gilbert, un médico noruego a quien tengo el honor de conocer personalmente, que ha trabajado durante años en Gaza y a quien las autoridades israelitas han negado otra vez la visa, diz que por razones de seguridad, por ser Gilbert activista político.
Parece que una cosa es abogar por la paz y la libertad de expresión durante una marcha parisina, y otra practicarlas en el propio patio...