Hermain Cain la tiene difícil por estos días, dice la prensa. Al parecer se le acusa de andar metiendo la mano entre la reyerta y el calzón de una rubia, y sobre todo de pretender restregar la cara contra su Monte de Venus.
Y yo, que arrastro el profundo trauma de haber sufrido el acoso brutal de un perrazo más grande que yo que, en medio de una fiesta y entre tantas entrepiernas femeninas, se antojó de enterrar su hocico en la mía cada cinco minutos mientras daba latigazos emocionados con el rabo, me solidarizo con la causa.
Sado, Herman Cain, ustedes no merecen la luz del sol que los calienta. A la reja!
jajajajaja. Oye, si algo me poner nerviosa son los perros impertinentes. Uno no sabe que c...jo hacer en esas situaciones
ReplyDeleteSupongo que este ya lo hayan visto....hablando de perros impertinentes..http://www.youtube.com/watch?v=UHl1ESu5Wng&sns=em
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