Confusión viene de Confucio.

En Cuba solíamos decir que todos los días sale un bobo a la calle, y hoy le ha tocado a este.

Mads Kristoffer Borch Michalsen es un tipo complejo. Representante del FRP, el partido progresista noruego (progresista léase de extrema derecha, incondicional de los gringos y los israelitas, homofóbico, xenofóbico, órgano conocido por la gran cantidad de imbéciles que forman sus filas) pero además orgulloso portador de un tatuaje de el Ché sobre su pecho. Un tatuaje que para más inri parece haber sido hecho con agujas de coser y tinta de bolígrafo en una noche de apagón, porque que yo recuerde el bigote del Ché no fue nunca esa tirita a lo Yarini. Es más, si no fuera por la boina podría decir que se ha tatuado a Ñico Saquito y todos le creerían.

A la pregunta de si su tatuaje y su filiación política resultan una contradicción Mads ha contestado que no, porque "a pesar de que al Ché Gevara se le relaciona a menudo con el comunismo, la realidad es que él fue un incansable luchador por la libertad y la democracia, y eso es algo que yo como político admiro y procuro seguir."

Yo lo mandaría de cabeza a segundo grado con repaso de Historia cinco veces a la semana, pero al fin y al cabo Mariana tiene razón. A qué contaminar una idiotez tan pura con el lodo del conocimiento...