Leo en el diario que un libro infantil llamado "And Tango makes three", cuyos protagonistas son una pareja de pinguinos homosexuales y el polluelo que adoptan y que está basada en una historia real, va a la cabeza de la lista de los libros más controversiales y rechazados por los padres norteamericanos.
Puesto que cada familia es un mundo y cada padre tiene su librito, opino desde mi balcón. Yo, desde mi posición de madre, no entiendo cómo algo tan inocente y sobre todo tan cotidiano como la homosexualidad puede resultar agraviante, para niños o adultos. Y me pregunto qué preparación social se le da a un niño cuando se le prohibe leer un libro porque la familia que refleja se sale del molde A4, los tradicionales mamá, papá e hijitos.
Mis hijos han crecido viajando, para ellos es normal ver a una pareja de chicas besándose en un parque lusitano o a chicos tomados de la mano por las calles de Amsterdam. De la misma manera prefieren películas como "Mi pie izquierdo" y "La ciudad de los niños perdidos" al Disney Channel. La tolerancia hacia lo diferente, a mi modo de ver, más que una cuestión geográfica es un problema de educación y ejemplo.
Dejo el debate abierto para los amigos que suelen comentar desde Gringolandia y que además son padres ( y para todos los demás, por supuesto), me encantaría saber qué piensan del asunto.
Pero tomando en cuenta que la generación de nuestros hijos necesariamente está compuesta por niños que crecen en familias compuestas por dos madres o dos padres, que son adoptados o concebidos bajo otras circunstancias que las tradicionales, no es lógico que los se familiaricen con ellas?
ReplyDeleteDe la forma en que yo lo veo, el hecho de que conozcan diversas formas de vida no quiere necesariamente decir que se les inculquen, es simplemente una manera natural de ayudarlos a aceptar a los demás como son si quieren ser aceptados...
Que siga el debate, por favor, que este tema es muy interesante.
Es que Europa y Estados Unidos son más que dos continentes (casi) dos mundos distintos. Aquí es cada vez más común que los homosexuales adopten, a los niños se les enseña en la escuela que hay distintos modelos de familia precisamente para prepararlos para aceptar mejor a los demás.
ReplyDeleteYo, con el corazón en la mano, no puedo decir que me gustaría que mis hijos fueran homosexuales. Lo aceptaría como acepto lo inevitable, pero no saltando en una pata. Sin embargo me parece importante que no vean la homosexualidad como algo ajeno y enfermizo, tomando en cuenta que tienen que relacionarse con ella quieran o no.
Es un asunto complicado. Tal vez sea que la sociedad norteamericana no está todavía a ese nivel, por lo que tú mencionabas, los casos son aún aislados -jones, parece que estoy hablando de una epidemia...)
ReplyDeleteMientras tanto, lo que sí me parece justo es que haya literatura infantil que refleje la cotidianidad de esos niños adoptados por padres homosexuales, que también tienen su lugarcito bajo el sol y necesitan sentirse representados.
ño, temita complicao pa los insulares, por mas cuñitos que tengamos en el ppte. Ayer mi hija, 5 años, viendo a las dos dras de Grey caerse a besos me dijo: "uhhhh, two girls kissing, yucky..but it's OK"...clase de tolerancia, pero si me preguntaba que yo opinaba ahi mismo me tragaba la lengua...
ReplyDeleteEsa es la concreta! Precisamente ahí radica la clave del éxito: no me gusta, pero no me importa que lo hagan.Va pero que muy bien tu hija.
ReplyDeleteY sí, mejor no le digas lo que piensas si le vas a apapachar la tolerancia, sería una pena. El tema de por qué dos hombres besándose resultan repulsivos mientras dos mujeres besándose resultan atractivas y fáciles al ojo lo dejamos para la próxima aventura..
Gracias por pasar y opinar, y que sea con nombre la próxima vez para que el gusto sea mayor!
Me gusta tu blog a rabiar. En él encuentro el reflejo de muchas cosas que me alimentan y otras que me quitan el sueño. Dicho lo cual paso a comentar el tema.
ReplyDeleteSoy madre, soy cubana, soy joven, vivo en España donde,como sabrás, el asunto de la homosexualidad ha tomado derroteros diferentes según quien gobierne.
Nuestros hijos viven una sexualidad diferente a la nuestra, ya no solo por el salto generacional, sino también porque están siendo educados en sociedades donde los referentes familiares han cambiado o están cambiando. ¿El efecto? Creo que aún no ha transcurrido un tiempo suficiente para saber la incidencia que los nuevos patrones tienen sobre su conducta o enfoque de la sexualidad (si es que a la larga la tiene realmente o si el libre albedrío es lo que realmente determina ésta).
Personalmente, y sin pecar de "políticamente correcta", apruebo que mi hija se enfrente al hecho de que, al margen de su esquema familiar, existen otras posibilidades de crecer en armonía.
María
María, mil gracias por pasar y comentar,y qué alegrón saber que te gusta ésta casa, que ya es tuya.
ReplyDeleteYo, que a pesar de los pesares mantengo mi fe en el mejoramiento humano, quiero pensar que estamos formando una generación mejor, una generación libre de tapujos y prejuicios obsoletos, una generación mejor dispuesta para aceptarse y aceptar a los demás tan cual son.
El tiempo probará si tengo o no razón, pero en cualquier caso, cada derecho individual ganado y respetado será siempre algo provechoso.
Otra vez, gracias por pasar y espero sigamos conversando.
A mi me parece bien que se les enseñe a los niños a ser tolerantes y que vean las cosas diferentes lo más normales posibles. El tema del cuento me parece una gota más en el saco de la intolerancia que los caracteriza a pesar de que se dan golpes en el pecho asegurando que son un dechado de virtudes.
ReplyDeleteMe pasa como a tí, no quisiera que mi hija fuera homosexual,pero tampoco quiero que los mire mal, o se burle de ellos. Solo quisiera poder explicarle bien cuando empiece a preguntar.