“But Paris was a very old city and we were young and nothing was simple there, not even poverty, nor sudden money, nor the moonlight, nor right and wrong nor the breathing of someone who lay beside you in the moonlight.”

E. Hemingway.
"París era una fiesta"


Friday, 10 July 2015

Comunicado de viernes

A mí me gustan los librepensadores. Me gustan en serio, sin que tenga una explicación plausible para ello, más que la ley de los polos opuestos; yo soy una infeliz marcada por los atavismos que me han heredado siglos de colonialismo: Dios, la familia, la propiedad privada y el amor, y por mucho que a veces deje que las serpientes de la melena cobren vida, mande a la mierda el abanico para disfrutar la brisa y tenga dos o tres vicios que no comulgan, sin esos nortes me pierdo a la larga, a qué negarlo.

Sin embargo, hay cosas en la vida de las que nadie puede escaparse, y la semántica es una de ellas. Usted puede ser un Bakunin, de tan anárquico, o un Luis Buñuel, de tan ateo, o la Estatua de la Libertad, de tan suelto de madrina: si su discurso está salpicado de faltas de ortografía y barbaridades gramaticales, usted es un burro. Librepensador y posmoderno, que lo cortés no quita lo caliente, pero burro igual y, al menos yo, voy a prestarle a lo que usted tenga para decir la misma atención que le prestaría a un mojón de lindero.
 Menos, incluso, porque últimamente he visto mojones de lindero decorados con unos graffiti chulísimos y me he quedado mirándolos, que el arte siempre es arte.

2 comments:

  1. Feeling your pain.

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    1. Acabo de decirlo: lo único bueno de estar al doblar la esquina de los cuarenta es que el mierdómetro funciona como nunca.

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¡Habla, pueblo de Aura!