“But Paris was a very old city and we were young and nothing was simple there, not even poverty, nor sudden money, nor the moonlight, nor right and wrong nor the breathing of someone who lay beside you in the moonlight.”

E. Hemingway.
"París era una fiesta"


Thursday, 27 February 2014

Las canicas del Señor

Una vez soñé que Nuestro Señor era un chiquillo
con la camisa rota y raspones en las rodillas, 
jugando con bolas de cristal 
que rebotaban alegres contra las paredes del Universo.

Jugaba y era feliz, y era verano,
y el sol ponía destellos en el cristal.
Mil planetas tintineaban en su bolsillo,
porque en el bolsillo del Señor siempre hay lugar.

Los planetas rodaban y bailaban 
para alegrar su alma y su razón
Hasta que se distrajo de aquel juego
cuando una mariposa lo rozó.


¡Y es éste un día perfecto para cazar mariposas! 
Lo más bello de todo cuanto había creado.
Por el suelo quedaron los planetas, 
y se sientieron solos y olvidados.

Regresó luego, muy cansado, como cualquier chiquillo;
era ya tarde, y el juego terminaba.
Se arrodilló el Señor, y recogió sus bolas,
sin percatarse de que una le faltaba.


"¡El azul, el pequeñito, ése me falta!"
Buscó entre la hierba, bajo las piedras y en el mar.
"¡Con lo que brillaba al atardecer!"
Pero llegó la noche, y el planeta no apareció.
Era nuestra Tierra la que faltaba, y sobre el campo sólo quedaba la escarcha.
Nuestro Señor regresó a su casa muy mohíno, 
pero no puedo asegurar que haya llorado.

Los que hemos nacido en esa Tierra
y creemos que sin ella nada existe
habremos de soñar que el Señor buscará de nuevo mañana
y que nos encontrará, alguna vez...

Texto: Erik Bye 


Tuesday, 25 February 2014

Posibilidades

Prefiero el cine.
Prefiero los gatos.
Prefiero los robles a orillas del Warta.
Prefiero Dickens a Dostoievski.
Prefiero que me guste la gente
a amar a la humanidad.
Prefiero tener a la mano hilo y aguja.
Prefiero no afirmar
que la razón es la culpable de todo.
Prefiero las excepciones.
Prefiero salir antes.
Prefiero hablar de otra cosa con los médicos.
Prefiero las viejas ilustraciones a rayas.
Prefiero lo ridículo de escribir poemas
a lo ridículo de no escribirlos.
Prefiero en el amor los aniversarios no exactos
que se celebran todos los días.
Prefiero a los moralistas
que no me prometen nada.
Prefiero la bondad astuta que la demasiado crédula.
Prefiero la tierra vestida de civil.
Prefiero los países conquistados a los conquistadores.
Prefiero tener reservas.
Prefiero el infierno del caos al infierno del orden.
Prefiero los cuentos de Grimm a las primeras planas del periódico.
Prefiero las hojas sin flores a la flor sin hojas.
Prefiero los perros con la cola sin cortar.
Prefiero los ojos claros porque los tengo oscuros.
Prefiero los cajones.
Prefiero muchas cosas que aquí no he mencionado
a muchas otras tampoco mencionadas.
Prefiero el cero solo
al que hace cola en una cifra.
Prefiero el tiempo insectil al estelar.
Prefiero tocar madera.
Prefiero no preguntar cuánto me queda y cuándo.
Prefiero tomar en cuenta incluso la posibilidad
de que el ser tiene su razón.










 


De "Gente en el puente" 1986

Monday, 17 February 2014

Rouge

Me he mordido el labio inferior mientras dormía. Es algo que hago también  despierta, todo el tiempo, sin percatarme de ello y desde que era  un bebé, para perplejidad de mi madre, pero  sin hacerme daño  a no ser en circustancias especiales. Supongo que  debo haber estado muriéndome de rabia en el sueño. O de placer, pero no creo. De cualquier forma, el caso es que he despertado  con un punto negro de sangre coagulada en medio del labio roto, y de alguna manera eso me ha  dejado en paz: el punto final perfecto para una semana de ortigas.

Wednesday, 12 February 2014

Eres lo que en mí para siempre.

Ha muerto Santiago Feliú. Santiaguito. Santi. Mi Santi para ver llover, para cantar conmigo entre cazuelas en los atardeceres, para vencer las guerras con calma, para descongelar distancias. Mi Santi de luna y tiempo, mi Santi de melenas y cuerdas, mi Santi de calles que eran leones, mi Santi de vida dura pasando por las venas sin llevarse el amor, entre ternura y ciclones.

Qué temprano te cansas, vida, de tus ángeles...




Tuesday, 11 February 2014

Ángelus


Y ha sido una suerte haber encontrado éste abrigo.

De no ser así, me cambiaría de ropa constantemente, como antes, cuando me ponía zapatos nuevos por debajo de la mesa del café para que no supieran si había llegado allí con botas o sandalias; o cuando me metía al baño y cambiaba de pantalones para que nadie me viera vestir lo mismo toda la noche; o cuando llevaba tres o cuatro blusas a las fiestas, cada una más grande que la otra, por que no vieran el aleteo de mi pecho.

¡Una gran suerte, en verdad, encontrar éste abrigo!  Éste buen abrigo, que colgaba avergonzado de un gancho en aquella tienda, rebajado y estrujado y pisoteado por la prisa de los tacones y burlado por los ojos de los que van siempre a la moda. Éste abrigo bueno y mío, forrado de silencio y lleno de bolsillos en los que puedo perderme.


Monday, 10 February 2014

Golden state of love and trust

Y pasa que a veces hallo una cancioncilla, mojada y con ojitos tiernos, perdida entre muchas, un tanto neurótica y sin pedigree aparente, y me la llevo a  casa pensando que es por unos días, y cuando menos me lo espero  la encuentro metida en alguna de mis camisetas de dormir, con el gato entre las piernas y la intención de irse conmigo al asilo, a cambio de un par de gin tonics con pétalos de violetas. Esta es una de ellas.




You are the hole in my head
I am the pain in your neck
You are the lump in my throat
I am the aching in your heart


We are tangled
We are stolen
We are living where things are hidden


You are something in my eye
And I am the shiver down your spine
You are on the lick of my lips
I am on the tip of your tongue


We are tangled

We are stolen
We are buried up to our necks in sand

 

We are luck
We are fate
We are the feeling you get in the golden state
We are love
We are hate
We are the feeling I get when you walk away….
 

You are the dream in my nightmare
I am that falling sensation
You are my needles and pins 

I am your hangover morning
 

We are tangled
We are stolen
We are living where things are hidden...

Friday, 7 February 2014

La hora de las brujas

You won't find a girl/ in this damn world/ that will compare with me...



Blowing in the wind

 "She doesn't look like much, does she?"— Rukh asked. "But no hero can  stand before her, no god can wrestle her down, no magic can keep her out - or in, for she's no prisioner of ours. She walks among you, touching and taking. For Elli is Old Age."
Peter S. Beagle, "The Last Unicorn"


—Te estás haciendo mayor— me dice con una sonrisa, entre asombrada y complacida, mirando la taza de café humeante en mis manos.

Es cierto. No es sólo el café, no. Ahí están las vitaminas, las cremas humectantes, las decenas de tipos de pescado que como sin hacer ascos, la bolsa rellena de arroz calentito para mis pies -a falta de un cerdito-, las canas que insiste en crecer y multiplicarse, las pequitas que me van saliendo en los brazos, para recordarmelo. Ya no soy Fantito y se nota.

La vejéz no me preocupa. Sin embargo, me pregunto si me despertaré algún día y al mirar por la ventana me daré cuenta de que ya no soporto escuchar a Metallica, de que en realidad no vale la pena tratar de leer cuatro libros al mes porque de cualquier manera el tiempo no me va a alcanzar para saber todo lo que quiero saber, de que guardar florecitas secas en una caja de talco es un entretenimiento pueril como pocos y absolutamente inútil además. Me pregunto si el día llegará en que las babuchas árabes me parezcan ridículas y tire a la basura los collares de semillas que cuelgan en el baño.

Al mismo tiempo me veo claramente, encorvada pero perseverante, con mi ropa interior siempre al revés, recortando crucigramas de los periódicos de fin de semana, vituperando a gritos a los tontos televisivos que aspiran a ser millonarios sin saber quién era Leda, pretendiendo podar el jardín con unas tijeritas de cortar papel, alimentando a los erizos de otoño y queriendo, aún, construir casitas para que aniden los cuervos. Y me veo sobre todo sentada en una poltrona tapizada a la topa tolondra por mis muy  torpes dedos, enterneciéndome con el erizo de Norstein y brindándole Prosecco a mis gatos.

Aunque ya no crea en héroes.