Tiene un nombre garcíamarquiano y una sensualidad simpática y humilde que no alcanzan a ocultar sus músculos. Y si bien cuando entra al ring no puedo menos que mover la cabeza y soltar el "quién ha visto mujeres boxeadoras" de rigor, lo cierto es que después de dos segundos ya estoy saltando de expectación y esperando que lance un upper cut que le ponga fin a todo por k.o. no más para verla invicta dentro de su sonrisa blanca y poder volver a menear la cabeza y decir que "quién ha visto mujeres boxeadoras".
Con una mirada así, de ¨hembra perdonavidas¨, no necesita dar ni un piñazo.
ReplyDeleteAh, cómo! El éxito se debe a que mira atravesao? Corro a ensayar!
ReplyDeleteCuando me quedo a solas, pienso en los motivos que ha tenido la campeona para soltarme un directo al mentón, doblado con un gancho al hígado...¡tampoco era para para tanto!
ReplyDeleteSé honesto, Manuel María. Qué fue exactamente lo que le hiciste a la muchacha?
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