Me pregunto esos que duermen sin almohadas -¿dónde apoyan los libros? ¿qué se meten entre las piernas cuando duermen de costado? ¿qué forman a puñetazos en mitad de la noche? ¿y las lágrimas...?- son los mismos desgraciados capaces de sentarse a cenar solos en un restaurante sin siquiera un folletín de misericordia que los humanice.
"Engendros de la naturaleza", ha dicho Mariana.
¡AY MI QUERIDA AMIGA! ¿QUÉ SE METEN ENTRE LAS PIERNAS? Nada conveniente, me temo...
ReplyDeleteLuego de escribirla me quedó la sensación de que la oración se presta a equívoco como pocas, pero al mismo tiempo pensé que son tiempos de brisa, luego así se quedó. Y una almohada entre las piernas es demasiado reconfortante como para andar desambiguada por ahí.
DeleteUn abrazo de luz.
Durante años usé dos almohadas como en la canción de Silvio, supongo que para consolarme y la cosa terminó por fastidiarme profundamente la columna vertebral. Ahora que por necesidad no uso ninguna (y que sigo sólo como la una) pienso que de licencias poéticas las justas. Aquello que no ayude a conciliar el sueño es mejor eliminarlo.
ReplyDeleteHmm. Si yo fuera a eliminar todo lo que no me ayuda a conciliar el sueño me quedaría muy solita en este mundo...
ReplyDeleteRespuestas
ReplyDelete1- NO leen
2- juguetes de caucho, látex o silicona
3- mariposas antes de comérselas y evitar que aniden en el estomago
4- Hace siglos que no lloran, están ocupados en joder a los demás.
(...)
Deletey yo pregunta, pregunta
dijo Juan, picó su yunta
y logro salir del lodo.
No sé qué me despluma más el corazón, si las muñecas inflables con su boca de túnel desolado, las mariposas apaleadas o la ausencia de páginas con orejitas. :(