Todavía me pregunto cómo es que nuestros padres aceptaban que se nos humillara así. Quiero pensar que era algo en lo que no reparaban o que lo veían como una manera de enseñarnos a ser puntuales por más que fuera, como tantas otras cosas, a través del escarnio público.
La opción -alumbrando en rojo- es creer que sencillamente eran tan conscientes de los peligros de la más mínima protesta que la segregación diaria de un puñado de niños no les merecía la pena.
Qué viejo, qué apolillado, qué amortajado en su propia sombra estuvo siempre aquel hombre nuevo...
Bansky |
yo no recuerdo lo de la tortuga. Sí recuerdo que en mi escuela había dos testigos jehová y que no usaban pañoleta ni saludaban el himno. No recuerdo nada específico, pero sí que habia cierto rechazo generalizado hacia ellos.
ReplyDeleteQue yo recuerde en mi escuela (secundaria) sólo había una testigo de Jehová. Le tiraban cuando había que participar en algún acto o cosas así, peor por lo demás no creo que la jorobaran mucho. Gracia a Dios, porque era una niña muy frágil.
ReplyDeletePero la tortuga y el conejo no se me olvidarán jamás. Hijos de la gran puta...
Yo recuerdo claramente lo de la tortuga cuando llegabas tarde porque me tocó un par de veces.Para mayor INRI te ponían en una fila aparte, la de los rezagados. Partía de anormales.
ReplyDeleteOtro gran recuerdo: "la mancha del expediente", esa entelequia con la que nos atemorizaban inmisericordemente desde auxiliares pedagógicos hasta directores.
María
Hasta las conserjes amenazaban con el cabrón expediente si no hacías el trabajo por el que les pagaban a ellas. La de veces que lloré de rabia cuando me tenía que quedar recogiendo papeles y barriendo el aula porque "me tocaba", mientras ellas chismeaban en el pasillo.
DeleteCoño estamos sintonizados. Yo en estos dias, ex-profeso, he hecho llegar a mi hija un par de veces tarde a la escuela y otras tantas la he dejado sin hacer "la tarea". Solo para que vaya aprendiendo a sus 6 años, que no siempre hay que seguir todas las reglas. Y aunque me encabrone por dentro rio cada vez que se defiende como gato boca arriba.
ReplyDeleteYo si me acuerdo de la tortuga y del conejo. Y ahora pienso lo mismo que la Cra de Siberia. Ese diseño social basado en la exclusion y el temor desde chiquitos es una reverenda mierda
Bien hecho, Julio. Las ovejas están en los prados, no en las aulas.
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