Y luego de un mes dándo cabezadas contra el caos baratario, es reconfortante saber que algunas cosas todavía funcionan como Dios manda.
Foto: El papayo del patio de mi madre. La foto me costó un pié dislocado, de manera que la pongo aunque no vay con la diarrea ni con el frío.
Bella foto y pobrecito el pie!
ReplyDeletewelcome back, girl!
ReplyDeletewe missed you.