“But Paris was a very old city and we were young and nothing was simple there, not even poverty, nor sudden money, nor the moonlight, nor right and wrong nor the breathing of someone who lay beside you in the moonlight.”

E. Hemingway.
"París era una fiesta"


Wednesday 21 March 2012

Never more

Este artículo acaba de quitarme el remordimiento que he sentido cada vez que he cerrado un libro, apenas leídas tres o cuatro páginas, porque a pesar de estar convencida de que tendría que terminarlo para saber si es bueno o malo, como me enseñó mi padre, también he tenido la certeza absoluta de que no valía la pena malgastar así un tiempo que necesito para leer cosas mejores.

Nunca más, Abilio Estévez. Nunca más.


5 comments:

  1. Para mi, Anne Rice y Zoé Valdés van a la cabeza. Cada vez que recuerdo las veces que me olbligué a leer lo lindo, rubio, ojiazul y vampiroso que era Lestat con la esperanza de que el libro se arreglara me entra un repeluco...

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  2. Tremendísimo clavo, como todo lo que los americanos recomiendan en exceso.

    Yo tengo una lista larga, tanto de los que he leido para luego renegar de ellos por siempre como de los que he dejado a medias. De la segunda el rey indiscutible es Paulo Coehlo, que no me rueda ni con vaselina.

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  3. Si, uno aprende a cerrarlos mucho despues. De ninna tambien leia como por obligacion y los terminaba.Monton de literatura rusa que lei, no se ya ni por que aquella locura. De un tiempop a esta parte los cierro sin remordimiento, a estas alturas todo eso me da igual. A Zoe no la soporto, a Coehlo quedo eliminado con aquello de a orillas del rio, clavo total...no recuerdo muchos porque precisamente por eso los cierro..
    HV no me pude leer el libro del Codigo, pero la peli me entretuvo muchisimo...

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  4. A la cabeza de mi lista va el "queridisimo", para algunos Paulo Cohelo...
    Yo he dejádo muchos y los que seguiré dejando y Zoé?, no hará carrera conmigo como seguidora. No se puede decir que haya leído de ella ni una página completa.
    Y no me gustan las mierdas que todo el mundo lee, los famosos best-seller, ni los Códigos, ni las Catedrales del Mar.

    Ay querida, como en muchas otras cosas seguimos estando de acuerdo.

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  5. Fermina, ahora que hablas de literatura rusa, recordé un librito que adoraba de jovencita y que encontré de pasada en un estanquillo local la última vez que estuve en mi pueblo -con ese inefable olfato que tengo para las ranas y los libors y que de alguna manera desparece para la plata...-. He de dedicarle una entradita.

    Ofe, los buenos lectores podemos darnos ese lujo, y han de agradecérnoslo los que escriben.

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¡Habla, pueblo de Aura!