Para reconocerse entre ellas, estas mujeres utilizan códigos, como por ejemplo llevar las camisetas al revés. La entrevistada, conocedora de estas costumbres, advierte a las prisioneras héterosexuales y les aconseja tener buen cuidado de llevar la ropa como Dios manda si no quieren verse envueltas en episodios desagradables.
Y yo pensando, con mi despiste crónico y mi manía de ponerme la ropa interior al revés que va en avanzada y ya se extiende a las blusas y camisetas, más me valdría llevar un potecito de crema para las rozaduras y un par de revistas para entretenerme mientras me violan...
Safo, por Mengin.
No comments:
Post a Comment
¡Habla, pueblo de Aura!