“But Paris was a very old city and we were young and nothing was simple there, not even poverty, nor sudden money, nor the moonlight, nor right and wrong nor the breathing of someone who lay beside you in the moonlight.”

E. Hemingway.
"París era una fiesta"


Saturday, 26 November 2016

Obituario feliz de sábado con luces

Fidel Castro ha muerto.

Este ha sido, para mí, el año de los despertares dolorosos, pero el amanecer de hoy de alguna manera me compensa; de ello pero sobre todo, y por mucho que sea de manera subjetiva y personalísima, de tanto amor perdido, de toda esta separación, esta distancia, este no pertenecer, este morir en cementerios ajenos que arrastramos tantos cubanos. Lo he esperado largo, y aquí está ya por fin.

Sí, me alegro de su muerte. Sí, voy a celebrarla. Soy incapaz de compadecerme de el último suspiro de un déspota que vivió noventa años para disfrutar de su obra: un país arruinado y un pueblo dividido. No creo que haya una vida después de la muerte y siento que precisamente ese es el consuelo para la impunidad; el olvido le espera, como nos espera a todos, y dentro de unos años este hombre, que tuvo bajo su pie a once millones de infelices, no será más que un par de piernas pétreas en las arenas del vasto desierto de la desmemoria: la historia lo absorberá.

No imagino mejor despedida que una guarachita, de esas que me hacen recordar que tengo caderas, y un buen trago de ron. ¡Llévatelo, viento de agua!







No comments:

Post a Comment

¡Habla, pueblo de Aura!