"Gracias, señor elefante", solía responder mi abuelo, y me tomó años comprender la ironía, pero cuando lo hice me la cosí al bies de la enagua. Y es que hay gente por ahí ostentando valimento y anunciando con bombo y platillo todo cuanto hace, por nimio o mediocre que sea, confirmando hasta el derroche eso de que el éxito aprecia el aplauso, pero el fracaso lo necesita.
En cambio hay otros, como Chris Sickels, de quien he hablado antes, mago y conejo del Red Nose Studio, creando maravillas y mostrándolas bajito, como para que no se asusten. Y eso compensa, me compensa, de las pulgas y hasta de ti, Tito Gómez.
¡Mejorando a los presentes! :)
ReplyDelete