-Los batracios
-Las feministas
-Las faltas de ortografía
Si alguien sabe una oración para conjurarlos, le ruego que me avise. Que sea pronto, por favor, siento que acechan...
“But Paris was a very old city and we were young and nothing was simple there, not even poverty, nor sudden money, nor the moonlight, nor right and wrong nor the breathing of someone who lay beside you in the moonlight.”
E. Hemingway.
E. Hemingway.
"París era una fiesta"
Friday, 30 August 2013
Thursday, 29 August 2013
Y deja que te mate
Una gota de sudor me corre por la espalda, elude el cinto del vestido, se escurre por la cadera y va a parar a la parte interior de mi rodilla. Son las tres de la tarde en la Habana Vieja, llevo una hora rodeada de libros y libreros, de antiguallas y anticuarios, y ya me voy, porque por más que pregunto no me encuentro, cuando lo veo abriéndose paso entre catres y estantes.
-¡Señorita! ¡Señorita! Mire, encontré un libro ruso para usted. Y sonríe con sus dientes blancos de mulato joven mientras me extiende ceremoniosa, regocijadamente, una copia malparada del El Capital.
Me ajusto los lentes de sol para que no me vea llorar; él no tiene la culpa de que un ventarrón de desgracia se llevara para siempre aquella generación que sabía de Chejóv y Norstein, y de rinocerontes que se negaban a comer en ciudades de otoño a medio dibujar.
Le compro un afiche de consolación y reanudo la marcha, sintiendo en la espalda los ojos de la catedral bañada en tejas. "Mi niña es de tinta", diría él, pero a lo mejor es hora de crecer.
-¡Señorita! ¡Señorita! Mire, encontré un libro ruso para usted. Y sonríe con sus dientes blancos de mulato joven mientras me extiende ceremoniosa, regocijadamente, una copia malparada del El Capital.
Me ajusto los lentes de sol para que no me vea llorar; él no tiene la culpa de que un ventarrón de desgracia se llevara para siempre aquella generación que sabía de Chejóv y Norstein, y de rinocerontes que se negaban a comer en ciudades de otoño a medio dibujar.
Le compro un afiche de consolación y reanudo la marcha, sintiendo en la espalda los ojos de la catedral bañada en tejas. "Mi niña es de tinta", diría él, pero a lo mejor es hora de crecer.
Sunday, 25 August 2013
Cuarenta y quince días
O cincuenta y cuatro noches y dos menstruaciones y tres mares con sus malecones de besos y mucho pan blanco al amanecer de una calle desierta más un complejo de Electra recién regado y montones de lágrimas acechando tras las begonias o decenas de baldosas centenarias y calladas aguantando sudores y las recetas de mi abuela que las polillas también prefieren y tres mesas de noche repletas del Gabo pero además una voz amada después de la medianoche. "Niña, acuéstate."
Mi dedo corazón sangra otra vez.
Mi dedo corazón sangra otra vez.
Monday, 19 August 2013
Eras
Llueve y el agua arrastra consigo el mundo que se alborota con el trueno de las cuatro de la tarde. Bajando por la calle una lata de cerveza, cual si fuese un barco, y sobre ella, orondos, los pájaros de la adversidad que se ha ensañado con la ciudad.
Un borracho pasa, empapado dos veces. "No se moje, mi niña", dice, mirándome los muslos. No le hago caso.
Cuba, 15 de Julio de 2013.
Un borracho pasa, empapado dos veces. "No se moje, mi niña", dice, mirándome los muslos. No le hago caso.
Cuba, 15 de Julio de 2013.
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