O cincuenta y cuatro noches y dos menstruaciones y tres mares con sus malecones de besos y mucho pan blanco al amanecer de una calle desierta más un complejo de Electra recién regado y montones de lágrimas acechando tras las begonias o decenas de baldosas centenarias y calladas aguantando sudores y las recetas de mi abuela que las polillas también prefieren y tres mesas de noche repletas del Gabo pero además una voz amada después de la medianoche. "Niña, acuéstate."
Mi dedo corazón sangra otra vez.
¡Madre mía!
ReplyDeleteSi la expresión es de escándalo, pido perdones. ;) (Ahora en serio, sí, que cada día me cuesta más ponerme coto)
DeleteDelicioso....
ReplyDeleteMil gracias, y bienvenido.
ReplyDeleteLas nostalgias hacen sangrar sin fin...
ReplyDeleteUn beso de... (sana, sana y mucho amor)
Me loo quedo, que ya me faltan mucho. Quieros y quieros.
DeleteCálculo exacto para no morir asfixiado; solamente una coma para tomar aire y poder acabar diciendo "acuéstate".
ReplyDelete¿Está en tu árbol genealógico Maquiavelo, o House te ha aconsejado?
;)
(me alegró montón y más de volver a leerte)
O soy la periodista becaria de Millenium. O alguna jueza de la Haya...:)
DeleteY yo también.