Una de esas que pocos conocen y aún menos cantan, porque no es un panfleto que enarbolar o porque la suerte de un bicho oscuro con el pellejo curado de desamor no es algo a tomar en cuenta. Una de esas que duerme entre mis piernas.
“But Paris was a very old city and we were young and nothing was simple there, not even poverty, nor sudden money, nor the moonlight, nor right and wrong nor the breathing of someone who lay beside you in the moonlight.”
E. Hemingway.
E. Hemingway.
"París era una fiesta"
Tuesday, 26 February 2013
Corto de un martes
Se fue a llamarse Mario por pura pereza de no llamarse Alberto, a gastarse la luna en putas, a pellizcarle las nalgas a las sirenas y a calmar con mimos de fauno los ladridos de las matas de gardenia.
Y siempre regresó.
Y siempre regresó.
Sunday, 24 February 2013
La canciones de mi abuelo, parte V
No sé de dónde sacaría mi abuelo ésta guaracha, porque por más que he buscado no la he encontrado en parte alguna ni se la he escuchado a nadie más que a él y a mi padre. La pongo con perdón de los terrícolas y aclarando que mi abuelito era viejo del siglo antes pasado, y que en sus tiempos no existía lo políticamente correcto y los españoles eran gaitos, los africanos negros, los árabes moros, los rusos grajientos y los judíos tacaños, sin más distinciones.
Voy a hacer mi testamento
mi mulata, dime adiós.
Voy a hacer mi testamento
mi mulata, dime adiós.
Al negrito "Comencubo"
le dejo las alpargatas
pa' que cuando se las ponga
se envenene por las patas.
Voy a hacer mi testamento
mi mulata, dime adiós.
Voy a hacer mi testamento
mi mulata, dime adiós.
Al negrito "Comencubo"
le dejo las alpargatas
pa' que cuando se las ponga
se envenene por las patas.
Friday, 22 February 2013
Tuesday, 19 February 2013
Monday, 18 February 2013
Memorias del subdesarrollo
El aire y
las mínimas volutas de paja de arroz que entorpecían los ojos
el olor a melaza caliente saliendo del ingenio
las semillas de ceiba, como sueños afelpados
las libélulas
las mínimas volutas de paja de arroz que entorpecían los ojos
el olor a melaza caliente saliendo del ingenio
las semillas de ceiba, como sueños afelpados
las libélulas
Sunday, 17 February 2013
La H es muda
Friday, 15 February 2013
A thin, straight line of misery
In 1999, Spanish artist Santiago Sierra paid six unemployed young men in Cuba to take part in one of his installation pieces. The men were offered $30 each to participate, and stripped to their shorts to become a part of its human experiments, this time in the Espacia Aglutinador, Havana’s oldest art space. Santiago Sierra had the men tattooed – one straight, horizontal line reaching across each of their backs.
“Having a tattoo is normally a personal choice. But when you do it under ’remunerated’ conditions, this gesture becomes something that seems awful, degrading—it perfectly illustrates the tragedy of our social hierarchies. The tattoo is not the problem. The problem is the existence of social conditions that allow me to make this work. You could make this tattooed line a kilometer long, using thousands and thousands of willing people.”
He decidido dejar el pie de foto y la explicación del artista en ingles para que mis amigos noruegos, que se quejan de no poder leer el blog sino a través del traductor de Google que los deja aun más confundidos, puedan comprender a cabalidad la imagen.
Mi corazón anda temblando de lástima por estos infelices y sobre todo preguntándose cómo es posible que un hombre que reconoce las condiciones sociales precarias que lo rodean sea al mismo tiempo capaz de aprovecharse de ellas para sacar adelante un proyecto propio.
Una línea recta y fina tatuada con tinta y la marca del negrero hecha con hierros candentes son lo mismo: el estigma de la miseria. Pero siempre será mejor llevarla sobre la piel que en la conciencia.
Monday, 11 February 2013
Resumen de noticias
El Papa dimite en el Vatic-anus, llueven arañas en Brazil y en La Habana muere un chino de un taponazo.
¡No prendan fósforos junto al muerto!
¡No prendan fósforos junto al muerto!
Friday, 8 February 2013
We no who u r
Y yo voy a escandalizarme por lo sexista de la portada del nuevo álbum de Nicolasito, pero primero he de ver inaugurados cinco campos de concentración para reguetoneros, raperos, hiphoperos, bachateros y seguidores de Buena Fe.
Sólo entonces, y ni un minuto antes.
Sólo entonces, y ni un minuto antes.
Thursday, 7 February 2013
¡Abrid paso, traigo una velita!
Aquí tienen, para que luego no digan que sólo escribo sobre entuertos y agravios: una noticia de esas que le alegran a una polilla el corazoncito, una canción para añorar tiempos mejores y una foto que es todo un poema.
No, gracias a ustedes.
No, gracias a ustedes.
Wednesday, 6 February 2013
Sopa de gran pena
Hoy me despertó el crujir de la nieve fresca bajo las botas de un niño o una niña -imposible adivinar sexos infantiles debajo de un anorak oscuro de noche que se aferra- que lloraba desconsoladamente sin dejar de caminar rumbo al ómnibus que le llevaría a la escuela.
Alcancé apenas a cubrirme con el kimono y a ponerme los lentes antes de acercarme a la ventana. El niño ya no se veía, y corrí a una ventana lateral para verlo subir calle arriba, sin detenerse, llorando aún, ante la mirada impasible de mi vecino, que siguió paleando la nieve que obstruía la entrada a su garaje como si aquellos sollozos existieran en alguna realidad paralela, y por tanto ajena, a él.
Maldigo el sueño que no debí tener en ese momento. Maldigo la desnudez que me impidió abrir la ventana a tiempo y preguntarle por qué lloraba. Pero sobre todo te maldigo a tí, vecino de mala entraña, que eres capaz de ignorar el llanto de una criatura que pasa por tu lado en la madrugada. Ojalá esta noche, en sueños, ese niño seas tú.
Alcancé apenas a cubrirme con el kimono y a ponerme los lentes antes de acercarme a la ventana. El niño ya no se veía, y corrí a una ventana lateral para verlo subir calle arriba, sin detenerse, llorando aún, ante la mirada impasible de mi vecino, que siguió paleando la nieve que obstruía la entrada a su garaje como si aquellos sollozos existieran en alguna realidad paralela, y por tanto ajena, a él.
Maldigo el sueño que no debí tener en ese momento. Maldigo la desnudez que me impidió abrir la ventana a tiempo y preguntarle por qué lloraba. Pero sobre todo te maldigo a tí, vecino de mala entraña, que eres capaz de ignorar el llanto de una criatura que pasa por tu lado en la madrugada. Ojalá esta noche, en sueños, ese niño seas tú.
Tuesday, 5 February 2013
Waking up in a minefield
Acabo de interrumpir la lectura de "Escape from Camp 14" para escuchar esta canción; no me la podía sacar de la cabeza.Y ni siquiera soy entusiasta de Queen.
Qué mal me veo con veinte y catorce. Qué mal.
Qué mal me veo con veinte y catorce. Qué mal.
Sollastre
Nitza vive en un frasco, entre estrellas de anís, palos de canela y balines de nuez moscada. Cada vez que lo abro sale, con su pecho de paloma y sus ojos clarísimos, su placidez de arroz con pollo y su dicción suave de pequeño burguesa.
Nitza me ve bailar entre marmitas. No le molesta mi semidesnudez detrás del delantal, ni regaña si meto los dedos en la salsa para saber si está bien de sal. Tampoco creo que le importe si la copa de vino se vacía más rápido de lo que habíamos planeado, o si aprovecho la cebolla rebanada para llorar otras lágrimas.
Nitza no le teme a los aviones, ni a las latas difíciles de abrir, ni a los mazos de perejil que amenazan desmayar. Para Nitza no existen la nieve o los atardeceres prematuros. En Nitza siempre es mediodía de un domingo antes de que lleguen los padrinos.
"Buñuelos", ha escrito en la pizarra de la cocina, y debajo hay dibujado un pájaro verde de petit-pois. Yo entiendo.
Nitza me ve bailar entre marmitas. No le molesta mi semidesnudez detrás del delantal, ni regaña si meto los dedos en la salsa para saber si está bien de sal. Tampoco creo que le importe si la copa de vino se vacía más rápido de lo que habíamos planeado, o si aprovecho la cebolla rebanada para llorar otras lágrimas.
Nitza no le teme a los aviones, ni a las latas difíciles de abrir, ni a los mazos de perejil que amenazan desmayar. Para Nitza no existen la nieve o los atardeceres prematuros. En Nitza siempre es mediodía de un domingo antes de que lleguen los padrinos.
"Buñuelos", ha escrito en la pizarra de la cocina, y debajo hay dibujado un pájaro verde de petit-pois. Yo entiendo.
Friday, 1 February 2013
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