“But Paris was a very old city and we were young and nothing was simple there, not even poverty, nor sudden money, nor the moonlight, nor right and wrong nor the breathing of someone who lay beside you in the moonlight.”
Esta es una de esas que sólo puede llegar muy temprano en la mañana, como parte de una broma íntima y húmeda, y hacerme sonreír el resto del jueves, ya casi viernes, ya casi de treinta y seis, ya casi grande.
