“But Paris was a very old city and we were young and nothing was simple there, not even poverty, nor sudden money, nor the moonlight, nor right and wrong nor the breathing of someone who lay beside you in the moonlight.”
E. Hemingway.
E. Hemingway.
"París era una fiesta"
Monday, 17 September 2018
Saturday, 8 September 2018
Thursday, 6 September 2018
Del mar que cantaba sólo para mí
El mar es mi segundo gran amor. No hay nada que me haga sonreír más, ni me consuele más, no me responda más cuando necesito pensar en voz alta. O sí, pero ya no. El mar es lo único que he amado sin que me haga daño. Es lo único a lo que he amado sin hacerle daño.
Así pues, Yemayá reina, madre mía, terca y orgullosa como yo, y como yo capaz de dejarse la piel en el intento de ser eterna antes de rendirse, maferefún. Que se sigan abriendo las aguas de mi corazon, a pesar de los naufragios, y que el mar esté ahí el día que me dé por morirme sin decir a dónde.
Así pues, Yemayá reina, madre mía, terca y orgullosa como yo, y como yo capaz de dejarse la piel en el intento de ser eterna antes de rendirse, maferefún. Que se sigan abriendo las aguas de mi corazon, a pesar de los naufragios, y que el mar esté ahí el día que me dé por morirme sin decir a dónde.
Puntos
Dí que la madrugada es de lluvia sobre La Habana,
que el malecón habla en sueños,
que Silvio está otra vez cantándole al fantasma de alguien,
que la ciudad se cae, se cae, se cae
que todo huele a las gardenias que te regaló una negra buena diciendo que te pareces
a Cachita
y que hablarás más del cosmos otro día,
porque ahora la única estrella que cuenta
-oscura, húmeda, palpitante-
está en tu mano izquierda,
mientras la derecha se apoya
en el cristal de esta ventana enorme
que refleja lo mal que le quedan
a Kurt Cobain tus pezones.
que el malecón habla en sueños,
que Silvio está otra vez cantándole al fantasma de alguien,
que la ciudad se cae, se cae, se cae
que todo huele a las gardenias que te regaló una negra buena diciendo que te pareces
a Cachita
y que hablarás más del cosmos otro día,
porque ahora la única estrella que cuenta
-oscura, húmeda, palpitante-
está en tu mano izquierda,
mientras la derecha se apoya
en el cristal de esta ventana enorme
que refleja lo mal que le quedan
a Kurt Cobain tus pezones.
Sunday, 2 September 2018
Strange fruit
La voz de Buika, negra también pero no brillante sino hecha pedazos, como la mía cuando no canto; una voz de cigarra al fin del verano. Me sorprende cuando pensaba que lo había escuchado todo; ahora no podré decir "un puto bolero de Lucho Gatica": esta mujer sabe mejor lo que es escoger lo que se ama y dejar que te mate.
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