Uno de mis primeros recuerdos es ver a mi abuelo, dándole chágara a sus cuchillos de carnicero, mientras cantaba "putuplain mami, boys, putuplain mami", versión personalísima del "Put the blame on Mame" que cantaba Rita Hayworth en "Gilda", una de sus palículas más queridas.
Desde entonces Rita tiene un rinconcito en mis altares; y puesto que Cuba no existe, sino que hay que inventarla, y puesto que al parecer es más fácil inventarla en Europa que en cualquier otro lugar del mundo, para la fiesta del sábado, "recreando el ambiente de El Floridita, año 1940", según el anuncio, y habiendo, además, encontrado el vestido perfecto, fue fácil echar mano de ella -que no se bañó nunca desnuda en la piscina de Hemingway, como Ava- para la inspiración.
Sólo me falta el floripondio, ahora. Y su belleza, claro, pero esa también se inventa.
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¡Habla, pueblo de Aura!