Lunes azul para seguir reflexionando sobre tres cosas que me llamaron la atención durante el fin de semana.
Una es la cantidad de dinero que según un artículo en la prensa noruega gastan muchos padres llevando a sus bebés a sesiones de yoga, masajes, acupuntura, natación, quiropráctica y música sensorial, en aras de armonizarlos completamente consigo mismos y con el mundo que los rodea. Las cifras superan las decenas de miles de coronas al mes, y yo, que al parecer arrastro un trauma socialistoide mayor del que imagina mucha gente, no puedo evitar preguntarme si esos mismos padres destinan siquiera una ínfima parte de sus ingresos a organizaciones benéficas que ayuden a otros bebés del mundo no ya a vivir felices sobre algodones rosa, sino meramente a tener algo que llevarse a la boca con regularidad. Me encantaría ver esos números.
La otra es un documental sobre la vida de cinco mujeres en Moldavia, Rumania, una de ellas pediatra en el hospital infantil de la ciudad. Cualquier semejanza entre la dolorosa decadencia de esas salas de azulejos quebrados, trapos verdes, camillas a medio herrumbrar y anaqueles vacíos de medicinas, y las salas del hospital infantil de mi ciudad, NO es pura coincidencia.
Y la tercera, porque alguna de cal tendría que haber, es otro documental, esta vez sobre niños con dislexia, agrafia o discalculia, que se refería a estos trastornos como "diferencias en el aprendizaje" en lugar de "dificultades en el aprendizaje", que es el término común e injusto al que nos hemos y los hemos acostumbrado. Ojalá el segundo pase al olvido y el primero se imponga para siempre: las etiquetas sobran donde hay niños.
Lunes azul, además, para pintarlo de verde esperanza, por mil razones pero también porque sí.
Siempre existirá un cielo para pintarlo de azul, el ser humano no puede involucionar por siempre.
ReplyDeleteSomos muchos también los que pintamos de ese color.
Y muchos los que vienen detrás con un palito enlodado. ESo es lo terrible.
DeletePues te recomiendo este filme: "Beasts of the Southern Wild"; donde el cielo es azul, pasadito por agua, donde para "eat up time!" necesitas solo una olla grande (mas grande que Bebé) y una lata de frijoles, donde la escuela, pasadita por agua también, tiene maestra como bruja.. oh wait, era al revés; y los hospitales ruedan y vienen a tí, aunque no los llames. Pues eso, solo mírala y luego pintas los dias con colores, pasaditos por agua... :D!
ReplyDelete¡Anotadísimo con lápiz rojo! :)
DeleteUn ramo bien trenzado.
ReplyDeleteCon trenzas negras, sí.
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