Veo a Tilda Wilson en La Habana; láctea, exquisita dentro de su camisola alba con mangas protectoras, y he pensado en mi abuela, en sus misas de madrugada y sus polvos de arroz sobre el cutis perfecto que 106 años no lograron arrugar; en mi tía Teresa, que tendía la ropa antes de que saliera el sol y la recogía después del ángelus; en mi madre, con su belleza de valkiria escondida siempre tras las pamelas; en mí misma, escudada en factores cincuentones y sombras bienechoras; huyendo incluso del pálido sol escandinavo.
Somos las mujeres del Gabo, protegiéndonos del sol como de un contacto indigno. Pero también somos las que luego, aún de cadáveres, recogemos piropos.
Del sábado 21 al jueves 26 de mayo en Oslo.
ReplyDeletehttps://oslofreedomforum.com/speakers/rosa-maria-paya
A mí su discurso no podría interesarme menos, pero seguramente habrá a quien sí. Buena suerte.
DeleteGracias.
ReplyDeleteLa libertad es lo menos interesante para los cubanos que no tienen libertad.
Debe ser eso, en efecto. Y está también el hecho de que a algunos no nos gusta el circo, que es menos importante, claro, pero igual de decisivo.
DeleteGracias a ti por pasar.