Los que me conocen saben que Frida tiene un rinconcito en mi altar personal; haber conocido de primera mano su mundo azul en Coyoacán es uno de los privilegios que me ha dado la vida.
Este documental hace honor a su arte y a su persona, de una manera brillante y frágil y descarnada y visceral, como ella. Los diálogos son extractos de sus diarios, y de los diarios y declaraciones de los que conformaban su entorno; por momentos, sus ocurrencias sacan una sonrisa, en otros, no queda más remedio que llorar con ella.
Vale mil veces la pena.
https://youtu.be/JPKskw16yEk?si=mNM8p95qg2z89x3-