“But Paris was a very old city and we were young and nothing was simple there, not even poverty, nor sudden money, nor the moonlight, nor right and wrong nor the breathing of someone who lay beside you in the moonlight.”

E. Hemingway.
"París era una fiesta"


Friday 30 April 2021

Del hierro que canta

En Noruega el idioma se divide en dos grupos: noruego del Este y noruego del Oeste. Estos dos grupos, a su vez, se ramifican en decenas de dialectos, tan distintos entre sí, a veces, que comprenderse entre región y región es imposible. 

Noruega es un país largo y profundo de fiordos y montañas; la población no pasa de cinco millones, aún hoy, y en ciertos lugares la distancia entre vecinos puede ser de varios kilómetros. Así pues, antes de que existieran los automóviles o el teléfono, los dialectos cambiaban incluso de granja a granja.

Para los noruegos el dialecto es un asunto del corazón; se considera una traición, por ejemplo, cambiar el dialecto de una región del interior por uno más citadino. Que escritores y músicos compongan sus obras en su dialecto natal colabora con el concepto de preservación y orgullo. 

Entre estos últimos está Kaizers Orchestra, un grupo de rock alternativo fundado en Rogaland, una de las regiones más bellas del reino, con un dialecto rico y casi aristocrático heredado del bergense, que a su vez imita las erres arrastradas de París. 

Toneles de petróleo, un órgano de pedal, una lamparita de mesa y melodías que muerden son el sello de este grupo; su vocalista, Janove "El Chacal" Ottesen es considerado uno de los mejores liricistas escandinavos del siglo. Sus canciones son historias de mutilados, de sentenciados, de desahuciados de guerra que regresan a morir entre los brazos de una muchacha, pero también de partisanos alegres brindando con vodka y bailando polkas con la muerte. 

Las máscaras de gas cubriendo los rostros de los músicos, las patas de cabra y martillos con que golpean los toneles y sus canciones, violentas por momentos, por momentos nostálgicas y tiernas, cantadas en dialecto, han hecho de este grupo un mito con adoradores en todo el mundo: los fans en Japón corean canciones en rogalense, demostrando así una vez más que la música no es para entender, sino para sentir, porque el corazón, de la misma manera en que tiene más cuartos que una casa de putas, al decir del Gabo, también tiene lenguas, y sabe usarlas.







No comments:

Post a Comment

¡Habla, pueblo de Aura!