“But Paris was a very old city and we were young and nothing was simple there, not even poverty, nor sudden money, nor the moonlight, nor right and wrong nor the breathing of someone who lay beside you in the moonlight.”

E. Hemingway.
"París era una fiesta"


Wednesday, 13 April 2016

Viejo

 Si fuesen poniendo luces
en el camino, a medida
que el corazón se acobarda,
y los ángeles de la guarda
diesen señales de vida... 


Joan Manuel Serrat
 


Ayer, al pasar por un corredor muy largo y muy limpio, lleno de sordas, blancas puertas cerradas, escuché sollozar a un anciano.

Lo he visto antes: sé que es óseo y grade, y que avanza muy despacio, metido en sus sandalias, y que se ajusta los pantalones al esternón y desde ayer, para mi desgracia, sé también que llora con un "ho, ho, ho, ho" hueco y amargo que nadie escucha, mucho menos consuela.

Me pesa ese llanto desde hace dieciocho horas. Me pesa la costumbre local que pone límites inmediatos a la ternura y me hace cobarde. Me pesa la conciencia plena de que hay miles, millones de viejos llorando soledades a diario, olvidados en algún cuarto de asilo, convertidos en sombras con voz.

Y no puedo remediarlo, y lo sé, pero saberlo no ayuda, porque hay días en que uno crece para que duela, como aquellos raspones sangrantes en las rodillas cuando te caías corriendo en el parque, pero al revés.

2 comments:

  1. Que triste me ha hecho sentir este post, llevo toda la mañana rumiándolo. Cuántas veces al día damos un portazo al llanto ajeno! Qué factura nos pasa, gitana!
    Abrazos apretados.

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    1. Ruego para que el puñetero borboteo de lágrimas que tengo en el pecho se me pase antes del viernes; si no es así, te tocará soportármelas otra vez. Te quieros muchos.

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¡Habla, pueblo de Aura!