Una de mis piedras lunares escribe: "La nostalgia es decrepitud", y he pensado que al fin, buen Dios, al fin un diagnóstico que me tranquiliza, una explicación lógica a esta nostalgia enorme que arrastro de todo cuanto ha sido mío, desde un mar hasta un calcetín bordado.
Nadie sabe lo que me reconforta saber que cualquier día de mi vejez alguien dirá: "Pobre señora, ya está decrépita", y yo podré contestarle sin titubear: "Siempre lo estuve, hijo."
No comments:
Post a Comment
¡Habla, pueblo de Aura!