Esto me ha llegado hace unos días de la mano de mi Maga, pero hasta hoy no lo había podido escuchar por uno de esos impedimentos que parecen llagas de la tecnología pero que en realidad es el destino, abriendo la boca en O, esperando el momento justo para engullirte y hacerte navegar por siete estómagos con paredes de fierro antes de devolverte al final, con un regusto a ajos, rota en pedazos y por tanto llena de luz.
Te debo en besos estas gracias, Maga, sonetina.
Que un sortilegio bendito te acompañe por siempre. Besos de mar, hechicera.
ReplyDeleteEso, y que mi hojita vuele de Este a Oeste con el viento. Besos de preotoño.
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