O la lluvia, Gabo. Porque cuando una mujer despierta en mitad de la noche y descubre que afuera se está deshaciendo el mundo en un aguacero asesino de gorriones, y sólo puede tener conciencia de esto pues el resto es un amasijo de sábanas y pezones y pelo y páginas a medio estrujar entre muslos, y existe por y para esa lluvia y para nada más excepto quizás un gato lúdico que la mira muy fijo, no le queda a las penas más remedio que esperar a que salga el sol.
Mi novela preferida de GM.
ReplyDeleteA veces ni una lluvia atormentada cura, ni el recuerdo de un beso, ni la certeza de un suceso, ni mil "te quiero".
Muy lindo!
Suelte la melena y si pudiera, camine bajo la lluvia, no de madrugada, pero hubo un tiempo en que a mi me funcionó.
Yo salí al balcón y me mojé las manos, como el recluta del sueño. Y sí, quizás tendría que caminar de noche bajo lalluvia, aunque no me llame Amanda.
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