No escuches al amante de voz oxidada; incluso él se equivoca a veces. Yo necesito tus días oscuros de botas y lluvia, de cuervos brillantes andando las estelas de las chimeneas, de lunas de color hueso y árboles arropándose con la sangre de un forastero y una pata de conejo. No te vayas, Noviembre.
De los días apagados, y esas atracciones difíciles. Ideal para mí, en planeta hoy.
ReplyDeleteCada vez somos más. Algún día desterraremos al Sol obsoleto, y habrá humedad y sonrisas eternas.
ReplyDeletePor otra parte, encantada de tenerte acá.